Desde el Ejército reconocen que el material, que costó unos 25,5 millones de dólares, era más adecuado para condiciones meteorológicas típicas de primavera a principios de otoño.
Los nuevos sacos de dormir del Ejército de Canadá no son aptos para el invierno de ese país norteamericano, informó este viernes el medio local CBC News, que ha tenido acceso a una nota informativa interna redactada el 5 de diciembre de 2023.
A finales de noviembre del año pasado, más de 350 soldados pertenecientes al tercer batallón de Infantería Ligera Canadiense de la Princesa Patricia (3 PPCLI) fueron desplegados en el Parque Provincial de Ram Falls, en la provincia de Alberta, donde pasaron varios días entrenándose para operaciones en el norte. Durante el ejercicio, utilizaron el sistema de saco de dormir de uso general (GPSBS, por sus siglas en inglés) con temperaturas que oscilaron entre los -5 ºC de día y los -20 ºC de noche.
De acuerdo con el texto, los participantes detectaron «problemas críticos» que «estaban relacionados con la falta de calor con el nuevo GPSBS», asegurando que pasaban frío a pesar de que utilizaban tanto el saco interior como el exterior y de que dormían en tiendas calentadas por estufas.
Asimismo, detalla que el intendente de esa unidad llegó a la conclusión de que los nuevos sacos de dormir —que costaron unos 25,5 millones de dólares— eran «más adecuados para su uso en condiciones meteorológicas características de finales de primavera a principios de otoño» y no resultaban prácticos «para las condiciones típicas del invierno canadiense ni para el frío extremo de Alaska», por lo que recomienda que se les preste a los soldados 500 sacos de dormir árticos de la década de 1960.