«Estas acciones destacan el compromiso de la Administración Biden-Harris de defender a los trabajadores y empresas estadounidenses frente a las prácticas comerciales desleales», afirmó Katherine Tai.
EE.UU. ha ultimado la subida de aranceles sobre importaciones chinas por valor de miles de millones de dólares, según un comunicado publicado este viernes por la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés).
«Los aumentos arancelarios finalizados hoy se dirigirán a las políticas y prácticas perjudiciales de la República Popular China que siguen afectando a los trabajadores y empresas estadounidenses», explicó Katherine Tai, embajadora de la USTR. «Estas acciones destacan el compromiso de la Administración Biden-Harris de defender a los trabajadores y empresas estadounidenses frente a las prácticas comerciales desleales», añadió.
Asimismo, el texto señala que los cambios mejoran la eficacia de las medidas arancelarias para alcanzar los objetivos de la investigación de la Sección 301 de las prácticas de Pekín sobre la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual y la innovación. En ese sentido, agrega que se podrían adoptar medidas adicionales.
Las actualizaciones del anuncio de hoy incluyen, entre otros, nuevos plazos y tipos para los aranceles sobre mascarillas, guantes médicos, agujas y jeringuillas, una propuesta relativa a la cobertura de líneas arancelarias adicionales de tungsteno, obleas y polisilicio, una exclusión para las grúas buque-tierra pedidas antes del 14 de mayo de 2024, así como la modificación de la cobertura de las exclusiones propuestas para los equipos de fabricación de energía solar.
De acuerdo con el documento final, a partir del 27 de septiembre los aranceles subirán un 100 % para vehículos eléctricos, 50 % para células solares y 25 % para baterías de vehículos eléctricos, el acero, el aluminio, mascarillas faciales y algunos otros productos. Asimismo, precisa que, a partir del año que viene, entrará en vigor una subida arancelaria del 50 % para los semiconductores, mientras que los gravámenes sobre otros productos, como las baterías de vehículos no eléctricos, los guantes médicos y los imanes permanentes, aumentarán gradualmente a lo largo de los dos próximos años.