El Gobierno declaró duelo nacional por tres días con motivo de la muerte del exmandatario.
El cuerpo del exdictador Alberto Fujimori (1990-2000), condenado por delitos de lesa humanidad, fue trasladado este jueves desde el domicilio de su hija, Keiko, hasta al Ministerio de la Cultura en Lima, Perú, donde se llevará a cabo el velatorio hasta el sábado.
Un grupo de personas esperaron la llegada a las afueras del museo el coche fúnebre a grito de: «¡El chino no está muerto, el chino está presente!», «¡Gracias chino, gracias por la paz!».
También se podía escuchar: «¡Chino, valiente, aquí está tu gente!» o «¡Aquí están, aquí están, fujimoristas de corazón!».
Una vez introducido el féretro en la sala Nasca del ministerio, la familia abrió parte del ataúd y dio comienzo a las despedidas por parte de las autoridades, entre ellas, la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
El Gobierno de Perú declaró los días 12, 13 y 14 de septiembre de duelo nacional con motivo de su muerte, ocurrida el miércoles a los 86 años.
«Una salud muy deteriorada»
La salud del exdictador estaba muy deteriorada a causa de un prolongado cáncer de lengua. Está previsto que el sábado en la mañana trasladen los restos del expresidente al cementerio Campo Fe de Huachipa.
El exmandatario, que fue excarcelado en diciembre de 2023, siempre estuvo rodeado de polémicas y negó los delitos por los que fue a la cárcel, aunque, en la mayor parte de los casos, quedaron probados.
Fujimori nació en Lima en 1938, en una familia de clase media integrada por una pareja de inmigrantes japoneses. En la política supo convertirse en una de las figuras más importantes y poderosas en la historia de ese país.
También fue uno de los personajes más polarizantes de Perú, donde todavía existe un sector de la población que lo defiende y respalda su década de gestión, a pesar de los múltiples casos de corrupción y de las violaciones a los derechos humanos que se llevaron a cabo en esa época.