Roma, 12 sep. El avance de la Peste Porcina Africana (PPA) en Italia puede provocar una catástrofe económica en este país, al afectar un sector con un valor de unos 20 mil millones de euros, afirmó hoy un experto.
En declaraciones divulgadas este jueves en el sitio digital del diario Fanpage, el especialista Roberto La Pira, director del medio informativo Il Fatto Alimentario, señaló que el problema se agravó en los últimos meses debido a que tras los primeros casos que se detectaron en 2022 en la provincia de Génova, se subestimó la amenaza.
El experto criticó en particular la gestión de los comisarios extraordinarios nombrados para enfrentar esta enfermedad vírica que afecta a cerdos y jabalíes la cual causa una elevada mortalidad entre los animales afectados, lo que llevó a que en la actualidad el trastorno socioeconómico es significativo.
Se encuentran en riesgo los puestos de trabajo de unas 100 mil personas que laboran en todos los segmentos de la cadena de suministro, mientras aumentan las afectaciones a las exportaciones, que en total alcanzan los 2,1 mil millones de euros.
Mercados tradicionales como los de China, Japón, Cuba, México, Tailandia, Uruguay, Brasil, Argentina, Perú, Serbia y Canadá, ya bloquearon las importaciones de embutidos y jamones italianos, pero otros países podrían sumarse en los próximos días, debido a que la epidemia se extiende rápidamente, señaló La Pira.
Se refirió a un reciente informe del Equipo de Emergencia Veterinaria de la Unión Europea, según el cual las medidas adoptadas hasta ahora para frenar la epidemia resultan en gran medida insuficientes y descoordinadas, por lo que favorecen la propagación del virus.
Hasta el 11 de septiembre se identificaron en Italia 49 focos y debe considerarse que “hace apenas cuatro días eran 45, y en julio eran menos de la mitad” subrayó el investigador, quien precisó que ya ascienden a 117 mil los animales sacrificados y más de la mitad de esa cifra corresponde a las últimas semanas.
El actual comisionado extraordinario, Giovanni Filippini, señaló que la situación es cada vez más dramática, sobre todo en las granjas del norte de Italia.
En relación con las pérdidas económicas, Filippini manifestó en declaraciones a la prensa que “es evidente que pedimos un enorme sacrificio a los productores afectados por la infección en los territorios, pero nuestro objetivo es normalizar la situación lo antes posible”.