El Primer Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y otras expresiones similares, celebrado en Caracas del 10 al 11 de septiembre, fue clausurado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Al comparecer ante los más de 1.200 participantes, que llegaron a la cita internacional de casi 100 países, el mandatario denunció que las redes sociales occidentales se convirtieron en la principal arma contra Venezuela.
«Ya el campo de batalla no es el económico, hoy el campo de batalla es el campo de las redes sociales, que en Venezuela jugaban y están jugando el papel decisivo y determinante para enfrentar a la población, incitar el odio, la violencia y el fascismo», apuntó el líder sudamericano.
Algo que no quita, no obstante, que el país caribeño esté «asediado, perseguido, bloqueado, sancionado comercialmente, económicamente y tecnológicamente por la potencia más poderosa», subrayó Maduro.
El mandatario señaló el protagonismo de las plataformas digitales occidentales en provocar la violencia opositora tras las últimas elecciones presidenciales y prometió que «el fascismo en Venezuela jamás llegará al poder político».
Por último, anunció la creación de la Primera Internacional Antifascista, con sede en Caracas.