El medio cita declaraciones de un organismo oficial de control que afirma que las autoridades dieron prioridad a equipos militares «que ya estaban por ser sustituidos o desechados».
Gran parte de la ayuda militar que el Gobierno británico ha proporcionado a Ucrania consiste en material obsoleto que, de no ser enviado a Kiev, se habría tirado a la basura, así lo asegura una publicación del diario Financial Times que cita a la Oficina de Auditoria del Reino Unido (NAO, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la publicación, el organismo de control afirmó que el Ministerio de Defensa británico dio prioridad a equipos militares «que ya estaban por ser sustituidos o desechados», no sólo porque consideró que tenían un «valor militar inmediato» para Kiev, sino porque además ayudaron a «reducir los residuos o los costes relacionados con la eliminación» del material.
Uno de los puntos que mencionó la NAO se refiere al envío de 17.000 pares de botas militares que el Reino Unido donó a Kiev en 2022. Al parecer, el calzado ya estaba llegando al final de su vida útil y, de no ser vendido, «habría sido enviado al vertedero».
Al mencionar otro caso, la entidad aseguró que los 14 tanques Challenger 2 enviados en 2023 a Ucrania tenían un valor real de solo 17 millones de libras (unos 22 millones de dólares), en comparación con los 47 millones de libras (61 millones de dólares) que costaron cuando fueron adquiridos en la década de 1990.
Reino Unido es el tercer mayor proveedor de ayuda militar occidental a Ucrania después de EE.UU. y Alemania. El Gobierno asegura que ha asignado 7.800 millones de libras en material militar para Kiev (casi 10.200 millones de dólares), y se ha comprometido a seguir proporcionando otros 3.000 millones de libras anualmente (cerca de 4.000 millones de dólares).
Por otra parte, la NAO también expresó su preocupación por el hecho de que la formación básica que Reino Unido ha ofrecido a más de 42.000 reclutas ucranianos, en realidad no los prepara completamente para luchar en la primera línea de combate, pues no reciben entrenamiento para enfrentarse a la guerra con drones.