Las víctimas de Hamás vivieron en una estrecha galería de 120 metros de largo y sin habitáculos.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, descendió este martes al fondo de un estrecho túnel de 120 metros de largo donde pasaron sus últimos días seis rehenes secuestrados por el movimiento palestino Hamás, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados el 29 de agosto.
Como se aprecia en la grabación del túnel, difundido por las FDI, la entrada al estrecho pasadizo se encuentra entre las ruinas de una casa particular en el barrio Tel el Sultan de la ciudad palestina de Rafa (sur de la Franja de Gaza). Hagari explica que el agujero, que alcanza una profundidad de 20 metros, se abre en el suelo de lo que parece ser una habitación infantil, a tenor de los dibujos que decoran las paredes. Después la galería subterránea se extiende hasta una puerta metálica, donde se encontraban los rehenes, y que fue derribada durante los combates en el área.
El túnel, cuya escasa altura obliga a permanecer agachado, sirvió a los miembros de Hamás para retener allí durante algún tiempo, aún no establecido, a estas personas secuestradas el pasado 7 de octubre.
Se cree que los seis rehenes, Hersh Goldberg-Polin, Eden Yerushalmi, Ori Danino, Almog Sarusi, Carmel Gat y Alexánder Lobánov, fueron asesinados el 29 de agosto en el tramo filmado. Dos días después, sus cadáveres fueron hallados por las tropas israelíes en el túnel, donde aún se aprecian manchas de su sangre. Las circunstancias de este crimen están siendo investigadas, mientras que las FDI se esfuerzan en encontrar y liberar al cerca del centenar de rehenes que siguen cautivos, según destacó el vocero.