Bruselas, 10 sep. La Comisión Europea (CE) calificó hoy de inaceptable que el Gobierno húngaro afirme que pagará el viaje a Bruselas a los migrantes en situación irregular y demandantes de asilo que lleguen al país.
El portavoz jefe de la CE, Eric Mamer, dijo que el bloque comunitario no dudará en tomar medidas si el Ejecutivo de Viktor Orban lleva a cabo tal amenaza.
El diferendo es otro capítulo entre Bruselas y Budapest, pero sucede en un momento en que Hungría ostenta hasta diciembre la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE).
Tal política “contraviene los principios de cooperación leal con el resto de los Estados miembros y con las instituciones de la UE y es inaceptable, dijo el vocero en una rueda de prensa en la capital comunitaria.
Antes, otra portavoz del ente integracionista comunitaria en materia migratoria, Anitta Hipper, apuntó que el bloque no dudará en emplear todos sus poderes para ‘asegurar que esta acción no tenga lugar y que el Gobierno de Orban se abstenga de llevar a cabo su amenaza.
Aunque Budapest anunció antes ya amagó su intención de facilitar el viaje de migrantes irregulares a la capital europea, la tensión se elevó el lunes después de que el ministro de Interior húngaro, Bence Retvari, diera una rueda de prensa delante de una decena de autobuses preparados para el viaje, según la prensa del país.
Si la UE quiere obligar a Hungría a dejar entrar a migrantes ilegales que ya hemos parado millones de veces en la frontera, entonces regalaremos a los migrantes ilegales que lo deseen, un billete gratuito, sólo de ida, a Bruselas, afirmó.
Hungría es un escollo a veces infranqueable para el bloque comunitario, sobre todo tras la aprobación de los primeros paquetes de sanciones contras Rusia en 2022.
Además el ente comunitario critica a Orban, al que califica de autoritario, por sus políticas internas, sobre todo en lo referido a la libertad de expresión y la independencia judicial.
La carencia de una política común en el tema migratorio hace que cada estado miembro implemente de forma unilateral sus leyes en torno al tema, lo que dificulta acuerdos y perjudica en primer orden a los que buscan ingresar al territorio comunitario para escapar de situaciones extremas en sus países de origen pero carecen de mecanismos para legalizar su estatus.