Poco antes de la invasión ucraniana, Rusia había acordado renunciar a los ataques a instalaciones energéticas, pero Ucrania se retiró de las conversaciones, reveló el secretario del Consejo de Seguridad.
Rusia tiene ahora «sobre la mesa» muchas propuestas diferentes para Ucrania, basadas en el proyecto de Estambul del año 2022. Así lo afirmó, el martes, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, en una entrevista concedida al canal Rossiya 24.
Al mismo tiempo, el alto funcionario señaló que, actualmente, ante la incursión de las fuerzas ucranianas en la provincia rusa de Kursk, no son posibles las conversaciones entre Moscú y Kiev. «Con terroristas no hemos realizado, no estamos realizando ni realizaremos ninguna negociación«, reiteró.
«El deseo de llevar a cabo un [acto de] terrorismo nuclear contra la central de Kursk no es más que un nivel superior de terrorismo«, declaró Shoigú. «Hasta que no los expulsemos de nuestro territorio, naturalmente, no negociaremos con ellos», agregó.
En el mismo contexto, Shoigú señaló que, al intentar invadir la provincia de Kursk, Kiev pretendía que parte de las fuerzas rusas se retiraran de Donbass.
«Es una especie de paso para obligarnos a entrar en un proceso de negociaciones, negociaciones en sus términos», sugirió. Sin embargo, según Shoigú, el Ejército ruso posee «fuerzas suficientes» y «las tropas continúan avanzando».
Mientras, diariamente Ucrania pierde una media de 28 kilómetros cuadrados de territorio, y sus Fuerzas Armadas tienen hasta 2.000 bajas, afirmó Shoigú. Desde principios de agosto, Ucrania ha perdido 1.000 kilómetros cuadrados, y el ritmo de la ofensiva rusa no hace más que crecer, agregó
«Una gran sorpresa»
Además, el exministro de Defensa reveló que, poco antes de la invasión ucraniana, Rusia había acordado renunciar a los ataques a instalaciones energéticas, pero Ucrania se retiró de las conversaciones.
«Turquía nos propuso […] no atacar instalaciones energéticas, no atacar instalaciones de energía nuclear y no atacar a la flota civil comercial en el mar Negro» y el presidente ruso, Vladímir Putin, aceptó, contó Shoigú. «Fue una gran sorpresa para nosotros cuando después de un tiempo [las autoridades ucranianas] dijeron: ‘No, no, no. No aceptaremos este acuerdo‘. Y cuando ocurrió lo de Kursk, nos quedó claro qué se entiende por instalaciones de energía nuclear», sostuvo.