La dirigente francesa Marine Le Pen ha afirmado que el presidente, Emmanuel Macron, «ha tenido en cuenta los criterios de Agrupación Nacional» a la hora de designar a Michel Barnier como nuevo primer ministro, ya que considera que tiene tesis afines en una cuestión clave como es la política migratoria.
En esta materia, «parece tener la misma posición que nosotros», ha destacado Le Pen, en una entrevista a ‘La Tribune Dimanche’ en la que ha vuelto a tender puentes con el nuevo jefe de Gobierno, sin aclarar aún si respaldará su nombramiento en la Asamblea Nacional. Esperará a conocer propuestas políticas concretas.
Según la excandidata presidencial, Barnier «al menos es consciente» de que «la inmigración es un gran problema». De hecho, el flamante primer ministro ya hizo de este tema uno de los grandes ejes de su campaña para tratar de ser candidato al Elíseo en las elecciones de 2022.
Le Pen, que ha dicho no buscar un «bloqueo» político como el Nuevo Frente Popular (NFP) de Izquierdas, que «ha amenazado con censurar a todo el mundo», ha expresado asimismo en declaraciones a los medios desde la localidad de Hénin-Beaumont que espera que Barnier cumpla con su compromiso de hablar con «todas las fuerzas políticas».
Quiere que el nuevo primer ministro «sea respetuoso» con los «once millones de votantes» de la formación ultraderechista, recordando también que Agrupación Nacional fue el partido más votado en las elecciones europeas de mayo.
CRÍTICAS DESDE LA IZQUIERDA
La izquierda francesa ha dejado claro que no negociará con Barnier, ya que considera que su designación no tiene en cuenta la victoria del NFP en los comicios legislativos. El coordinador de La Francia Insumisa (LFI), Manuel Bompard, ha lamentado este domingo en CNEWS que Macron y Le Pen «se han puesto de acuerdo para robar el voto de los franceses».
«El presidente de la República ha dado a Agrupación Nacional el derecho mantener con vida o matar a su gobierno», ha advertido, un día después de que miles de personas saliesen a las calles, alentados por las formaciones de izquierda, para protestar contra el nombramiento de Barnier.