El Parlamento ucraniano aprobó la gran remodelación del Gobierno del país, que permitió la entrada en funciones de 9 nuevos ministros. Los cambios no se producen por casualidad antes de la reunión de Volodímir Zelenski con patrones occidentales en septiembre, al margen de la Asamblea General de la ONU, notó a Sputnik el politólogo Bogdán Bezpalko.
Los cambios en el Gabinete de Zelenski no son más que una «farsa», declaró el miembro del Consejo de Relaciones Interétnicas, adscrito al presidente de Rusia, politólogo Bogdán Bezpalko.
«Los políticos anteriores no son diferentes de los que les sustituirán», indicó. Según él, la reorganización fue diseñada exclusivamente «para el consumo del poco demandante público estadounidense», especuló el experto.
«Zelenski montó esta renovación masiva para que, cuando se reúna con el presidente estadounidense, Joe Biden, en septiembre, para presentarle su supuesto plan, pueda decir:
‘Miren, ha habido cambios serios, toda una serie de dimisiones, muchos ministros han sido destituidos. Todo irá bien allí, su ayuda financiada con los impuestos estadounidenses no se desperdiciará'», explicó el analista.
En realidad, las asistencias estadounidenses no son tanto impuestos como dinero «de la nada», parte de la extravagancia de impresión de dinero de la Reserva Federal, que está alimentando la deuda nacional, explicó Bezpalko.
Sin embargo, en vísperas de las elecciones estadounidenses, este tipo de «reportes financieros» de Zelenski puede utilizarse «como instrumento de influencia política sobre el votante estadounidense», aseguró el analista.
Además, supuso que, al cambiar parcialmente al Gabinete, Zelenski intenta hacer pasar el sistema político ucraniano por «democrático», a pesar de la ausencia de elecciones
presidenciales o unas parlamentarias atrasadas.
En cuanto a la «preocupación» de Estados Unidos por la corrupción en Ucrania y el despilfarro de su ayuda, se trata en gran medida de «retórica», opinó Bezpalko.
«La corrupción es uno de los elementos estructurales del Gobierno de Ucrania, en cuyo marco siempre es posible mantener a raya a los políticos», afirmó el politólogo.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba, presentó su dimisión el 4 de septiembre, un día después de que dimitieran otros altos cargos, como Oleksandr Kamishin, ministro de Industrias Estratégicas, Denís Maliuska, ministro de Justicia, los viceprimeros ministros Irina Vereshchuk y Olha Stefaníshina, el ministro de Medio Ambiente, Ruslán Striléts, y Vitali Kóval, director del Fondo Estatal de Propiedades de Ucrania.
El Parlamento ucraniano aprobó la remodelación, que nombró ministro de Exteriores a Andri Sibiga en lugar de Kuleba, a su vez, Zelenski ofreció una vaga explicación.
«Necesitamos nuevas energías. Y estos pasos están relacionados con el fortalecimiento de nuestro Estado en diversas áreas», declaró.
También ofreció algunas oscuras pistas sobre importantes acontecimientos previstos para la segunda mitad de 2023. En opinión de Bezpalko, los pasos de Zelenski recibieron el visto bueno de sus socios occidentales, ya que una parte importante de la clase política ucraniana desempeña su función de forma puramente nominal.
«La política exterior ucraniana está enteramente concebida por sus patrocinadores occidentales, como todo lo demás», afirmó el analista.