El titular de Derechos Humanos rechazó los señalamientos. El presidente aseguró este viernes que «nadie acusado de acoso» estará en su Ejecutivo.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció este viernes por primera vez sobre las acusaciones de acoso sexual presuntamente cometido por el ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida.
«Lo que puedo anticiparles es lo siguiente: alguien que practica el acoso no permanecerá en el gobierno. Solo tengo que tener el sentido común de que hay que permitir el derecho a la defensa, la presunción de inocencia, tiene derecho a defenderse», destacó en una entrevista.
El escándalo de Almeida alcanzó mayor proporción porque entre las víctimas estaría la titular de Igualdad Racial, Anielle Franco.
En un comunicado, el Palacio do Planalto reconoció la «gravedad de las acusaciones» e informó que el Comité de Ética de la Presidencia de la República decidió abrir una investigación sobre el caso. «El Gobierno Federal reconoce la gravedad de las acusaciones. El caso está siendo tratado con el rigor y rapidez«, puntualizó.
La ONG ‘Me Too’ Brasil reveló al portal Metrópoles que recibió denuncias de violencia sexual en contra de Almeida. El diario Folha de S. Paulo asegura que la ministra de Igualdad Racial no quería que trascendiera la noticia para no perjudicar al Gobierno. Contactada por el medio, Franco no hizo ningún comentario.
En una clara muestra de apoyo, la primera dama de Brasil, Rosângela da Silva, conocida como Janja, publicó una foto en las redes en la que aparece besando en la frente a Franco.
La columnista de Globo Malu Gaspar aseguró que los episodios que envuelven a la ministra ocurrieron el año pasado y Planalto tuvo conocimiento de ellos la semana pasada.
Franco habría conversado sobre el asunto con Janja, y con Alexandre Padilha, ministro de la Secretaría de Relaciones Institucionales y Vinicius Carvalho, de la Contraloría General de la Unión (CGU).
«Repudio»
Por su parte, Almeida negó las acusaciones. «Repudio con absoluta vehemencia las mentiras en mi contra. Repudio tales acusaciones con la fuerza del amor y respeto que le tengo a mi esposa y a mi querida hija de un año, en medio de la lucha que emprendo, diariamente, a favor de los derechos humanos y la ciudadanía de este país», escribió el ministro en una nota recogida por los medios de comunicación.
Asimismo, el acusado aseveró que se trata de una supuesta persecución en su contra. «Confieso que es muy triste vivir todo esto, duele el alma. Una vez más, hay un grupo que quiere borrar y disminuir nuestra existencia, imputándome la conducta que ellos practican. Como resultado, Brasil pierde, pierde la agenda de derechos humanos, pierde la igualdad racial y pierde al pueblo brasileño«, afirmó el ministro, quien pidió «una investigación minuciosa del caso».
La prensa señala que el Ejecutivo considera insostenible que Almeida permanezca en su cargo. Se estima que Lula se reunirá por separado con el ministro y con Franco, para escuchar el informe de cada uno de ellos. Después, el mandatario deberá esperar a que la CGU y el Procurador General de la Unión (AGU) concluyan la investigación.