El papel de Rothschild para concretar la reestructuración de la deuda de Kiev

La reestructuración fue descrita por Reuters como una de los más rápidas y grandes de la historia, eclipsada en escala solo por las emprendidas por Argentina y Grecia.

Ucrania anunció la semana pasada que había llegado a un acuerdo con un grupo de inversores extranjeros para reestructurar más de 20.000 millones de dólares de deuda. En un proceso descrito por Reuters como uno de los más rápidos y grandes de la historia, eclipsado en escala solo por los emprendidos por Argentina y Grecia, fue crucial la ayuda de Rothschild & Co, destaca la agencia.

Los tenedores de bonos, entre ellos el gigante financiero estadounidense BlackRock, así como el gestor de activos francés Amundi, concedieron al régimen de Kiev una congelación de la deuda de dos años en agosto de 2022.

Sin embargo, el reporte destacó que las negociaciones iniciales entre el Gobierno ucraniano y sus acreedores, que comenzaron en junio de 2022, no salieron como estaba previsto. La razón fue que el comité central de tenedores de bonos se quejó de que la reducción que exigía Ucrania era «significativamente superior» al 20% esperado y corría el riesgo de causar un «daño sustancial» a las relaciones, según fuentes con conocimiento de la cuestión citadas por el medio.

Negociaciones complicadas

Este año, a menos de dos meses que expirara la moratoria de pagos concedida a Ucrania en 2022, el equipo de Rothschild, que fue nombrado como asesor del Ministerio de Finanzas ucraniano en 2017 para hacer frente a la deuda, organizó reuniones en sus elegantes oficinas de París.

En ellas habrían participado representantes de algunas de las principales firmas de gestión de activos del mundo y sus asesores legales y financieros, el jefe de deuda de Kiev, Yuri Butsa, los asesores legales de largo plazo de Ucrania, White & Case, y los representantes de Rothschild.

Según Reuters, los tenedores de bonos exigieron que el régimen de Kiev reiniciara los pagos de cupones de inmediato, ofreciera una vía para una mayor recuperación del capital y, sobre todo, que «mantuvieran las cosas simples«.

Tras idas y vueltas, finalmente el comité que representa a los tenedores del 25% de los bonos acordó aceptar pérdidas del 37% (8.700 millones de dólares) sobre el valor nominal de su deuda. La restructuración permitirá a Ucrania ahorrarse 11.400 millones de dólares en los próximos tres años, algo que es crucial tanto para su esfuerzo bélico como para su programa con el FMI, señala el medio.

A cambio, el país eslavo ofreció una alternativa en forma de un bono más simple vinculado al PIB, y a los acreedores también se les ofrecieron los pagos de cupones instantáneos que querían, comenzando con una tasa del 1,75% y eventualmente aumentando al 7,75%. Lo acordado contó con el apoyo de más del 97% de los tenedores.

 

 

 

 

 

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