Ginebra, 3 sep (Prensa Latina) El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom aseguró que la seguridad y eficacia de las vacunas contra la mpox y la poliomelitis son prioridad.
Al respecto, precisó que aunque la OMS se esfuerza para acelerar el acceso a las vacunas y su suministro, no se tomarán atajos, y subrayó que a pesar de ser una herramienta poderosa, están lejos de ser la única.
El máximo directivo de la agencia sanitaria de la ONU explicó que los fabricantes de las dos vacunas presentaron sus solicitudes de inclusión en la lista de vacunas de uso de emergencia el pasado viernes 23 de agosto, proceso que pretende examinar esas solicitudes lo más rápidamente posible.
También señaló que los dos principales compradores de vacunas para países de bajos ingresos, Gavi y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), exigen la inclusión en la lista de uso de emergencia de la OMS para adquirir inyectables destinados a países con poblaciones de bajos ingresos que no han emitido su propia aprobación reglamentaria nacional.
Adhanom recordó que aunque la semana pasada, se dio luz verde a Gavi y Unicef para proceder a la adquisición de vacunas en paralelo con su inclusión en la mencionada relación, ello no representa un obstáculo para el despliegue de las vacunas en la República Democrática del Congo (RDC).
El organismo regulador de medicamentos de la RDC aprobó ambos inmunógenos en junio de este año, en tanto el gobierno de ese país solicitó donaciones a naciones de renta alta con grandes reservas.
Datos aportados por la OMS apuntan que el número de casos notificados del clado 1B aumentó rápidamente durante varias semanas hasta los 258 casos notificados en países africanos, aunque en ese mismo lapso se reportan pocas muertes.
Hasta la fecha están confirmados casos en Burundi, Ruanda, Uganda, Kenia y uno en Suecia y Tailandia.
El brote de mpox del clado 1b se produjo en una de las regiones más pobres e inseguras de la RDC, lo que complica la respuesta, por lo que cientos de asistentes de la OMS están sobre el terreno para detener la transmisión y controlar los contagios.