A pesar de ser firmante del Estatuto de Roma, el país asiático se negó a cumplir la orden de detención contra el presidente ruso.
El expresidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvédev, hizo comentarios sobre la «preocupación» expresada por la Unión Europea por la visita del mandatario Vladímir Putin a Mongolia, y sobre la negativa de Ulán Bator, pese a ser firmante del Estatuto de Roma —documento constitutivo de la Corte Penal Internacional (CPI)—, a cumplir la orden de detención contra el líder ruso.
«La servil UE ha expresado su ‘preocupación’ a Mongolia por la visita del presidente ruso Vladímir Putin. Como diciendo, si firmaron un estatuto jurídicamente nulo de la CPI, cúmplanlo. Los mongoles enviaron a la CPI y a los eurodegenerados en la dirección ruso-mongola conocida desde el siglo XIII», escribió Medvédev este martes en su cuenta de Telegram.
El expresidente añadió que si él fuera un «juez o fiscal de este ‘tribunal'», su «mayor temor sería que uno de los locos intentara ejecutar su ilegal orden». «En ese caso, sus vidas no valdrían más que este trozo de papel de mierda», señaló.
Este lunes, la portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Nabila Massrali, dijo que, aunque Mongolia tiene derecho a desarrollar sus lazos internacionales «según sus propios intereses», es firmante del Estatuto de Roma «con las obligaciones juríticas que conlleva». Añadió que Bruselas había expresado al Gobierno mongol su preocupación al respecto.
Por su parte, el régimen de Kiev ya ha expresado su indignación por la visita de Putin, amenazando con «consecuencias» al país asiático por no detener al mandatario ruso. «El hecho de que el Gobierno de Mongolia no haya ejecutado la orden de detención vinculante de la CPI contra Putin es un duro golpe para la CPI y el sistema de justicia penal internacional», afirmó el portavoz de la Cancillería ucraniana, Georgui Tijiy, añadiendo que Ucrania «trabajará con sus socios» para garantizar que esto tenga «consecuencias» para Ulán Bator.
- La CPI emitió la orden de detención contra el mandatario ruso en marzo del año pasado, citando su responsabilidad en presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania. El tribunal ubicado en La Haya, Países Bajos, calificó la supuesta deportación de menores de edad ucranianos al territorio ruso como crimen de guerra y señaló que hay suficientes fundamentos para creer en la responsabilidad directa de Putin.
- A su vez, las autoridades rusas en varias ocasiones calificaron la decisión de la CPI de absurda e insignificante.