Los demócratas entran en la fase final de la elección como «claramente perdedores», escribió la jefa de campaña de Harris-Walz, Jen O’Malley Dillon, en un memorando titulado «El estado de la carrera a 65 días de la elección».
Dillon, que confiaba en la victoria de Joe Biden a pesar de los malos resultados de las encuestas, nunca había hecho una declaración así. Los principales medios de comunicación estadounidenses citan el aumento de las cifras de aprobación de Harris, al tiempo que cuestionan la nueva cautela de Dillon.
¿Qué preocupa al jefe de campaña de Harris-Walz?
A pesar de una recaudación de fondos récord, un mayor interés de los voluntarios y un aumento en el entusiasmo de los votantes, Dillon advierte que «Donald Trump tiene una base de apoyo motivada, con más respaldo y mayor favorabilidad que en cualquier otro momento desde 2020».
El próximo debate entre la vicepresidenta Harris y Trump, descrito este último en el memorando como «un oponente formidable», es otro motivo de preocupación.
Dillon observa: «En 2020, la elección se decidió por unos 40.000 votos en los estados en disputa. Este noviembre, anticipamos márgenes igualmente estrechos».
Además, Trump es «un candidato muy definido», mientras que los votantes estadounidenses están menos familiarizados con Kamala Harris y Tim Walz . Dillon insta a hacer una «campaña agresiva» para «presentar y definir la candidatura [Harris-Walz] ante los votantes».
El New York Times sugiere que el memorando es «un intento ingenioso de reducir las expectativas» y aumentar la recaudación de fondos, al tiempo que revitaliza la base.
Sin embargo, los republicanos sostienen que Harris es la menos favorecida y sostienen que su ventaja en las encuestas se debe a un muestreo deliberado de votantes demócratas. La critican por ser «analfabeta» en materia económica y señalan su controvertida trayectoria como vicepresidenta de Joe Biden.