Venezuela denuncia que Estados Unidos destinó millones de dólares para interferir en sus elecciones

De acuerdo con una investigación realizada por el embajador venezolano en la ONU, Samuel Moncada, Washington «aplicó una receta» de «colonización» del sistema electoral.

El embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, denunció este jueves que el Gobierno de los EE.UU. destinó 50 millones de dólares para interferir en las elecciones de en ese país suramericano a través del Consorcio para el Fortalecimiento de los Procesos Electorales y Políticos, una agrupación de agencias que funciona bajo la supervisión de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo (USAID).

«Ahí se ve que en este año […] había un presupuesto de 50 millones de dólares. La USAID estaba pagando, para ‘estimular la democracia’, 50 millones de dólares«, sostuvo el diplomático en una comparecencia ante la Asamblea Nacional, en la que mostró datos del presupuesto que presentó esa instancia gubernamental ante el Congreso de los EE.UU.

Además, la USAID presupuestó «23 millones de dólares para fortalecer la democracia en Venezuela este año».

En el mismo orden, precisó que en el presupuesto desglosado, que ocupa «más de 50 páginas», se indican partidas «dedicadas a procesos electorales transparentes», así como al «libre flujo de noticias», la «asistencia a la oferta de noticias independientes», el «fortalecimiento a las capacidades comunicacionales», la «construcción de un sistema de telecomunicaciones en Venezuela» y la supervisión de «los resultados del Consejo Nacional Electoral de Venezuela». Para esto último, afirmó, se estimaron dos millones de dólares.

Receta añeja

En su opinión, el propósito de estas operaciones sería aplicar el así llamado Proceso de Verificación de Resultados para la Transparencia, otra manera de designar a la «tabulación paralela de votos», que consiste en «un sistema electoral paralelo para sustituir a la institución oficial del país que cuenta los votos» y favorecer a los «agentes locales» auspiciados por la Casa Blanca.

En este caso, se trataría de desconocer la victoria de Nicolás Maduro en los comicios del pasado 28 de julio bajo alegatos de fraude y apuntalar al excandidato Edmundo González Urrutia.

«Estamos viviendo un golpe de Estado que penetró nuestro sistema electoral. Hasta ahora, lo que se entiende que ocurrió pareciera que fuera una hechura local […] y lo que quiero que se entienda es que fue toda una estrategia hecha desde el exterior hecha por el Gobierno de los EE.UU. […] que se ha practicado por más de 20 años en distintas partes del mundo. Lo que nos aplicaron a nosotros fue una receta de destrucción y colonización del sistema electoral para imponer a los agentes locales, que favorecen los intereses de EE.UU.», aseveró.

 

 

 

 

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