Moscú, 29 ago. Las tropas ucranianas no tendrían reparos en secuestrar a civiles en la región de Kursk, opinó hoy el enviado especial de la Cancillería rusa para documentar crímenes del gobierno de Kiev, Rodión Miróshnik.
El diplomático, en declaraciones a la agencia de noticias Sputnik, recordó que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, marcó a sus militares la tarea de tener extras para futuros canjes con Rusia.
«Carecemos de motivos para sostener que están rellenando de combatientes el llamado fondo de intercambios. Tenemos entendido que Ucrania está dispuesta a suplir el banquillo como sea», dijo Miróshnik.
Señaló que en la incursión ucraniana en Kursk participan grupos ultranacionalistas al estilo del batallón Nachitgall de la Segunda Guerra Mundial, y supuso que Zelenski quería deshacerse de esa escoria y mandarles lejos de la capital.
Hay constancia de casos de violencia sexual por parte de mercenarios extranjeros y radicales ucranianos, dijo.
El pasado 6 de agosto el ejército ucraniano inició una incursión armada en la provincia de Kursk y ocupó varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 130 mil civiles y desde el día 9 la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
Un alto cargo del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Aptí Alaudínov, estima que Kiev implicó hasta 12 mil efectivos en su ofensiva y no deja de enviar refuerzos, aunque se les están agotando.
El presidente Vladimir Putin prometió una digna respuesta a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
En lo que duran las hostilidades en la línea de Kursk, Ucrania perdió hasta siete mil militares y cientos de blindados, entre ellos, 74 carros de combate, según el Ministerio de Defensa ruso.