Desde la Cancillería rusa explicaron cómo fue eliminado un artículo de la prensa española publicado en julio.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, comentó el tratamiento que recibió en España una reciente publicación del medio El Periódico en la que militares aseguran que existe un «ecosistema de desinformación» de Rusia en el país ibérico. «No apareció de la nada», dijo la vocera en respuesta a una pregunta de RT en Español respecto al artículo publicado el 18 de julio.
Tras la aprobación por el Parlamento Europeo en marzo pasado de la Ley de Libertad de los Medios de Comunicación, al Congreso de Diputados de España le presentaron el Plan de Acción por la Democracia, recordó Zajárova. Este documento, señaló, inquietó a la comunidad profesional de los medios de información debido a la poca transparencia de sus cláusulas y, ante todo, de lo que se define como noticias falsas. De esta manera, resulta que el Gobierno de España, que acusa a Rusia de desinformación múltiple, busca obtener una nueva herramienta para la limpieza de opiniones alternativas del espacio informativo, explicó.
Según la portavoz de la Cancillería rusa, un ejemplo claro de este enfoque de libertad de expresión en España se ve reflejado en otro artículo, publicado también 18 de julio, pero por el medio La Razón. «A diferencia del artículo rusófobo de El Periódico», el de La Razón «fue eliminado enseguida y limpiado de todas las plataformas digitales». No fue por casualidad, aseveró Zajárova, explicando que el autor opinaba que Estados Unidos arrastra a los aliados a sus guerras a pesar de la predominante opinión negativa de los ciudadanos de estos países. En estos casos no hay ninguna democracia, concluía dicha publicación.
«Quizás, sea la información que los ciudadanos españoles no deben conocer» y «por eso borraron ese artículo», resumió la vocera.
«Tramas semejantes permiten comprender mejor la libertad de palabra en la Unión Europea y, en particular, en España», sintetizó Zajárova. «Siguiendo la peor tradición de las dictaduras militares del siglo XX, las Fuerzas Armadas se encargan de vigilar la disidencia», señaló. A su juicio, esto es «antidemocrático y llevará al país a una nueva caza de brujas«, bloqueando la «oportunidad para los procesos democráticos».