Nicaragua aseguró que las quejas de la Unión Europea (UE) en torno a la democracia y la libertad en territorio nicaragüense no son válidas, ya que Europa por sí misma está construida bajo una tradición de «atrocidades y crímenes de lesa humanidad» contra diversos pueblos.
El Gobierno de Daniel Ortega respondió este 27 de agosto a las declaraciones de Josep Borrell, encargado de la diplomacia de la Unión Europea (UE), en las que pidió que se restablezcan las libertades fundamentales en ese país centroamericano.
«Recordamos a los señores de la Unión Europea que la historia sobre la que están basados sus países es de atrocidades y crímenes de lesa humanidad, cometidos en el afán voraz de someter a los pueblos, para arrebatar riquezas, patrimonios naturales, culturales y la inteligencia suprema de los continentes del mundo», contestó el Gobierno nicaragüense en un comunicado.
En específico, Borrell se refirió al cierre de organizaciones no gubernamentales en Nicaragua, por lo que llamó a que «se restablezcan las libertades fundamentales en Nicaragua y el regreso de las organizaciones internacionales de derechos humanos».
Sin embargo, Managua recordó a Bruselas que es un país soberano y, por lo tanto, «no es colonia, ni recibe ni acata órdenes de ningún país del mundo». Además, señaló que sus decisiones son tomadas con base en la Constitución de ese país.
«Basta una visita a los museos europeos para constatar cómo se enorgullecen del salvajismo, la barbarie, la inmoralidad con la que ‘conquistaron’ países y pueblos a quienes arrebataron todo, a cambio de nada», se lee en el comunicado.
El Gobierno de Ortega también afirmó que la guerra que actualmente sucede en la Franja de Gaza es un «genocidio» contra el pueblo palestino y un ejemplo «de las cruzadas y conquistas sanguinarias de los imperios, los colonizadores y los neocolonialistas que todavía, atrevidamente, pretenden dictar normas al mundo que no solo les desconoce, sino que les condena».