La militancia bolivariana celebrará el triunfo de Nicolás Maduro en los comicios del 28 de julio, mientras que la derecha convoca a sus seguidores para desconocer el resultado.
Cuando se cumple un mes de las elecciones venezolanas en las que Nicolás Maduro fue reelecto, el chavismo y el sector extremista de la oposición vuelven a medirse nuevamente en las calles de Caracas y en otras ciudades del país suramericano.
Desde el domingo 28 de julio, el ambiente político venezolano y regional ha sido impactado por una sucesión de eventos que se desencadenaron después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ofreciera el primer boletín del escrutinio que, con una «tendencia contundente e irreversible«, confirmó el triunfo a Maduro, en medio de un ataque cibernético que retrasó la transmisión de los datos.
Como era previsible, el candidato opositor de la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), Edmundo González, no reconoció el escrutinio y rechazó la proclamación de Maduro, hecha al día siguiente.
Su desconocimiento sirvió de caldo de cultivo para que se desataran hechos de violencia que dejaron un saldo de 27 personas fallecidas, la mayoría pertenecientes a la dirigencia popular del chavismo y a los cuerpos de seguridad; daños en la infraestructura pública; ataques a sedes regionales del Poder Electoral, a centros de salud, escuelas, sistemas de transporte público, entre otros.
«Celebrar la victoria»
El diputado y primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, llamó el martes a las fuerzas revolucionarias a marchar para «celebrar el primer mes de la victoria» de Maduro.
«Vamos a manifestar, como lo sabemos hacer los chavistas, con alegría, emoción y entusiasmo, en camaradería franca», dijo el parlamentario, quien agregó que la militancia debe prepararse para «una revolución que se revisa y que es capaz de reajustar avances, metas y objetivos». «El miércoles 28, para la calle: para la batalla y para la victoria», pidió.
Desde que se conocieron los resultados de los comicios, quienes respaldan a Maduro se han mantenido en movilización continua para defender de una manera pacífica el escrutinio del CNE y en rechazo a la violencia.
«Ganamos y vamos a cobrar»
A través de sus redes, el Comando Nacional de Campaña de González, informó que este miércoles habrá una concentración en la avenida Francisco de Miranda, una arteria vial que comunica a la capital con el vecino estado Miranda, a la altura del Centro Lido, un edificio comercial y empresarial.
«Nos movilizamos en toda Venezuela para demostrar nuevamente que ganamos y vamos a cobrar porque: ‘¡Acta mata sentencia!'», dice la convocatoria del equipo de González, que planea realizar marchas en varios estados venezolanos.
En la más reciente concentración de este sector opositor, el abanderado de la PUD no asistió a su propio evento, mientras que sí lo hizo su mentora, María Corina Machado, quien desde la campaña electoral asumió el liderazgo de los mítines.
Se prevé que González tampoco se presente en las actividades de calle, ya que su paradero actual es desconocido. Esta semana no acudió a las dos comparecencias hechas por la Fiscalía, que lo llamó a «rendir entrevista» por su presunta responsabilidad en los delitos de «usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración».
30 días intensos
En este mes, entre pronunciamientos nacionales e internacionales de respaldo y cuestionamiento a los comicios venezolanos, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) convalidó la reelección del líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), tras un proceso de peritaje del material electoral, lo que nuevamente fue rechazado por el sector extremista opositor.
Si bien el actual mandatario fue reelegido para gobernar entre 2025 y 2031, González –aupado por Machado– se autoproclamó como «presidente electo» y aseveró que será juramentado como jefe de Estado en enero próximo. Como base, se sustenta en las supuestas «actas» publicadas en un página web, sin ningún valor legal.
Los exhortos de respaldo al delfín de Machado tienen una proyección más internacional que nacional, ya que las movilizaciones opositoras han perdido fuelle. Entretanto, Maduro ha propuesto varios cambios, incluso dentro de su Gabinete ministerial, para acelerar las transformaciones de cara al próximo sexenio.