El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que el ataque terrorista contra los gasoductos Nord Stream fue ejecutado con la participación de EEUU, e instó a que esto sea investigado abiertamente. Asimismo, incidió en que es una vergüenza cómo Berlín tragó con Washington y se guardó silencio, pese a ser privado de la prosperidad por esta razón.
Alemania traga y se calla la boca
Lavrov fue contundente: «Es vergonzoso que Alemania se limite a aceptar en silencio la forma en que se le ha privado de la base para su prosperidad energética y económica a largo plazo, que ha sido la clave de su desarrollo durante muchas décadas en forma de suministros de gas ruso a precios razonables. Alemania se lo tragó en silencio, sin hacer ningún comentario».
Asimismo, afirmó que Berlín debe proporcionar a Moscú y a la comunidad internacional los resultados de la investigación del atentado. «[Alemania] debe responder a todas las preguntas. En primer lugar, deben dejar de negarse categóricamente a presentar los hechos que han podido descubrir». Incidió en que el hecho de que la información sobre la explosión no se facilite a Rusia, pero aparezca en medios alemanes y estadounidenses, sugiere que todo esto es un montaje.
De acuerdo a Lavrov, los intentos de Occidente para culpar a «un grupo de oficiales ebrios» al contar que, junto con empresarios que bebían con ellos, contrataron a alguien, o decidieron aprender a bucear ellos mismos, no son serios.
«Incluso si algunas de las personas mencionadas en la prensa alemana, que son ucranianas, estuvieran de alguna manera implicadas en esto, está claro que no podrían haberlo realizado solos», afirmó Lavrov, al indicar que para llevar a cabo «semejante atentado terrorista» hizo falta una orden desde Washington.
«Suscribo las palabras de Lavrov, y le añadiría, como ciudadano europeo, que mi país pertenece a la Unión Europea, pues además es indignante por el hecho de que un Gobierno como el alemán haya permitido que se ataque, sin ninguna investigación y sin ninguna declaración soberana, uno de los instrumentos básicos esenciales y estratégicos de su acopio de energía», expresa el exeurodiputado y periodista Javier Couso.