El extitular de la Fundación Felices los Niños cumple una pena de 15 años de prisión por hechos ocurridos en 1996.
El sacerdote argentino Julio César Grassi, condenado en 2017 a 15 años de cárcel por abuso sexual de menores, intentará este jueves que la Justicia avale su pedido para salir de prisión de manera anticipada.
En la audiencia prevista para este 22 de agosto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) № 1 de Morón determinará si adelanta o no la libertad para el cura, que debería purgar la pena hasta mayo de 2028.
La posibilidad de que el extitular de la Fundación Felices los Niños pueda salir libre generó la preocupación del abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego.
«Voy a exponer y alegar los motivos por los cuales Grassi no puede salir. En primer lugar, porque el propio Código Penal establece que no es un beneficio que puedan pedir los delincuentes sexuales«, dijo el letrado a la agencia Noticias Argentinas.
Un sacerdote «poderoso»
Además, añadió que el religioso, al que se le prohibió el ejercicio del ministerio sacerdotal pero nunca fue expulsado de la Iglesia Católica, se opuso a una pericia psicológica.
Para Gallego, Grassi es un «poderoso» que siempre «aprovecha» algún momento de «distracción» para que le otorguen beneficios.
En abril de 2020, durante la cuarentena estricta por la pandemia de coronavirus, intentó acceder a la prisión domiciliaria alegando razones de salud. Sin embargo, el pedido no le fue concedido porque se comprobó que no formaba parte de la población considerada como grupo de riesgo ante un eventual contagio de covid-19.
Durante su estadía en prisión, Julio César Grassi se recibió de abogado, por lo que en la audiencia de este jueves se representará a sí mismo.
Grassi fue condenado en 2009 como autor reiterado de delitos de abuso sexual contra dos niños que estaban a su cuidado en la fundación que presidía, pero permaneció en libertad condicional hasta 2013. Ese mismo año fue detenido, momento a partir del cual permaneció en la Unidad Penitenciaria № 41 de Campana, en la provincia de Buenos Aires.
En marzo de 2017 la sentencia de la Justicia quedó firme, después que fueran desestimados los recursos presentados por el sacerdote. La decisión fue adoptada por unanimidad.
El escándalo estalló en octubre de 2002, cuando una investigación periodística difundió las denuncias por abuso sexual de varios menores sin familia que estaban bajo la protección de Grassi en la Fundación Felices los Niños. En concreto, un joven de 19 años contó en la televisión que Grassi había abusado de él cuando tenía 15 años. Luego se sumaron otros testimonios que relataban el trato aberrante del cura con los menores que permanecían en su institución.