El paro armado provocó la muerte de una mujer embarazada y una bebé indígena de 16 meses, que no recibieron atención médica necesaria.
Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que mantienen confinadas a unas 45.000 personas de 85 comunidades afroamericanas e indígenas del departamento del Chocó, al oeste de Colombia, anunciaron este jueves que permitirán abrir un corredor humanitario desde este viernes, 16 de agosto, hasta el 21 de agosto para «mitigar los efectos del paro armado que se mantiene vigente hasta nueva orden».
«Las entidades humanitarias que se vayan a movilizar en los territorios donde está vigente el paro armado deben usar sus distintivos institucionales de manera visible, esto incluye las embarcaciones y vehículos, con el fin de evitar accidentes», advirtieron, agregando que «en ningún momento podrán movilizarse en horas de la noche».
La guerrilla mantiene el paro armado indefinido en Chocó desde el 11 de agosto por las confrontaciones con el Clan del Golfo. La grave situación humanitaria que padecen los habitantes confinados «es el resultado de la colusión de las fuerzas militares y paramilitares del Clan del Golfo», aseguraron.
El bloqueo del ELN ya se ha saldado con tres muertes. El miércoles, una bebé indígena de 16 meses, Isabella Piraza Pizario, falleció en una zona rural del caserío de San Cristóbal, en el municipio de Istmina, por la falta de atención médica, que no pudo recibir ante el riesgo que supone desplazarse por la región. El alcalde de Istmina, Jaison Mosquera Sánchez, dijo que la bebé presentaba «desnutrición aguda y tenía síntomas de fiebre».
El jueves, una mujer embarazada murió junto con su bebé en el municipio del Litoral de San Juan. Iba a dar a luz, pero no la pudieron trasladar al puesto de salud más cercano que estaba en la aldea de Palestina. «Estaba dando a luz con la partera y se complicó. Cuando se pensó sacar al puesto de salud, nos reportaron que no tenían combustible», explicó a Noticias Caracol el alcalde del municipio, Jhon Jairo Gutiérrez.