Los expertos estiman que, de convertirse en presidenta, Harris se concentraría más en la política interna que en los asuntos internacionales.
Si la candidata demócrata a la presidencia estadounidense, Kamala Harris, se convierte en mandataria, las relaciones con Kiev «prometen ser cualquier cosa menos sencillas» y su mandato «puede significar el fin de Ucrania», reporta el diario británico The Telegraph.
El medio recordó que Harris y el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, tuvieron un tenso desacuerdo estratégico en la Conferencia de Seguridad de Múnich, en 2022, sobre «cómo disuadir a Rusia de la idea de sumir a Europa en una nueva Guerra Fría».
«En lo sustancial, Kamala Harris es similar al [actual presidente] Joe Biden: es una internacionalista liberal que apoya las coaliciones globales, una OTAN poderosa y una Europa fuerte», afirmó un exasesor de Biden, matizando que «en su estilo diplomático, no podrían ser más diferentes».
«Curiosamente, dada toda la atención prestada a los problemas físicos de Biden, éste se ha mostrado mucho más enérgico y seguro que Harris en lo que respecta a Ucrania. Ella desperdició varias oportunidades de establecer una relación decente con Zelenski, y su insegura gestión de la crisis no augura nada bueno si gana la presidencia«, destacó.
Por su parte, Doug Bandow, antiguo ayudante especial del presidente Ronald Reagan y miembro del Instituto Cato, dijo que «Kamala Harris no se ha implicado a fondo en el desarrollo de la política exterior en general, ni en la de Ucrania-Rusia en particular». «Es probable que su comprensión se limite a temas de conversación superficiales que le dieron cuando viajó a Europa […] Hay pocas pruebas de que tenga mucho interés o conocimientos sobre estas cuestiones», subrayó.
Además, consideró que Harris «estaría más interesada en concentrarse en la política interior: no comparte el compromiso de Biden durante toda su carrera con los asuntos internacionales».