El delito, supuestamente, fue motivado por un desacuerdo entre la modelo y un productor, que terminó en su despido.
Una actriz porno y su pareja fueron detenidos bajo sospecha de robo y secuestro de cinco personas en el municipio de Guarapari, en el estado brasileño de Espíritu Santo. La Policía Civil publicó un comunicado al respecto este miércoles, tras el cierre de las investigaciones.
Las autoridades informaron que la mujer, identificada como Isadora Albuquerque Barbosa, de 21 años, planeó el crimen junto con su novio, Wender Henrik Gonçalves da Silva, de 24 años, como una forma de venganza tras ser despedida de la productora con la que trabajaba y que había alquilado una residencia para grabar videos para la plataforma de contenido para adultos ‘Only Fans’, donde se cometieron los delitos.
El operativo, llamado ‘Only House’, terminó con la detención de la pareja el 12 de agosto después de localizarlos en Vila Velha, a una hora del lugar del robo. Según los agentes, en el momento del arresto, Wender al parecer estaba bajo los efectos de sustancias psicoactivas y desobedeció la orden de acercamiento, por lo que fue necesario inmovilizarlo.
Los sospechosos fueron trasladados a la comisaría para los trámites de rigor y permanecen a disposición judicial.
Isadora fue enviada el martes al Centro Penitenciario de Mujeres de Cariacica. Mientras, Wender fue trasladado al Departamento Médico Forense de Vitória para los procedimientos correspondientes, donde, según el informe policial, aprovechó el momento en que una investigadora de la Policía Civil le pidió que abriera la puerta, para coger un teléfono móvil y salir corriendo. Sin embargo, media hora después, fue recapturado y enviado al Centro de Detención Provisional de Guarapari.
La Policía busca a otros dos hombres que participaron en el robo y secuestro.
Vengar «una injusticia»
Los delitos, cometidos la noche del 21 de julio, supuestamente fueron motivados por un desacuerdo entre la modelo y el productor, que terminó en su despido. Tras ello, el novio de la joven, que ya tenía antecedentes penales por robo y tráfico de drogas, acudió a la vivienda con la intención de vengar lo que consideraban «una injusticia».
Aquella jornada, tres delincuentes armados irrumpieron en la casa y tomaron como rehenes a las cinco personas que se encontraban en el lugar, entre ellas modelos y un empresario. Los sospechosos exigieron las pertenencias de las víctimas y fueron obligadas a realizar transferencias bancarias bajo amenaza de muerte.
Se calcula que, entre teléfonos móviles, relojes, joyas, dinero y transferencias, los ladrones se llevaron aproximadamente 129.500 reales (más de 23.600 dólares) de las víctimas.