Los últimos datos del censo de EEUU confirmaron tendencias de hace dos de décadas: la población blanca disminuye mientras que el crecimiento poblacional del país depende fundamentalmente de minorías raciales como hispanos y asiáticos, una tendencia que, a decir de expertos, refleja un cambio profundo e irreversible en el país norteamericano.
«Definitivamente el colectivo (de hispanos) se va a empoderar este en los próximos años», dice la doctora Estefanía Cruz Lera, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y quien se ha especializado en la incorporación política de minorías en EEUU y en el sistema político estadunidense.
«Tenemos que tomar en cuenta que los hispanos son un colectivo bastante joven en Estados Unidos y las segundas generaciones son las que ya están yendo en la universidad, ya tienen mayor capacitación y se pueden instalar en mejores posiciones», señala la doctora en ciencias políticas, políticas públicas y relaciones internacionales por la Universitat Autònoma de Barcelona.
En este sentido, la también maestra y licenciada en Relaciones Internacionales por la UNAM, no descarta que, en los próximos años, más hispanos lleguen a posiciones de poder en la Cámara de Representantes y el Senado, o incluso la Casa Blanca.
Población blanca, en franco descenso
De acuerdo con un análisis de los datos del censo de EEUU del demógrafo William Frey publicado por el centro de estudios Brookings el pasado 24 de julio, entre abril de 2020 y julio de 2023, la población blanca de EEUU se redujo en 2,1 millones de personas, una cifra contrarrestada con creces por los aumentos combinados de la población hispana, asiática, negra, india americana y nativa de Alaska, y de aquellos que se identifican como de dos o más razas.
Según el análisis de Frey, la población hispana fue la que más contribuyó al aumento de la población en EEUU, con 3,2 millones de personas, o el 91% del aumento total de la población estadounidense de 3,4 millones para este período de más de tres años.
Conforme al demógrafo, investigador y profesor en la Universidad de Michigan, en el caso de los hispanos los aumentos se debieron al crecimiento natural de este sector (nacimientos menos muertes) más que a la migración que también ha registrado aumentos dramáticos en los últimos años.
A decir del especialista estadounidense, las poblaciones minoritarias impulsaron el crecimiento demográfico en todas las zonas de EEUU, debido a que el descenso de la población blanca está muy extendido por todo el país.
«Durante el periodo 2020-2023, 34 estados (incluido el Distrito de Columbia) registraron pérdidas de población blanca, y sólo 17 experimentaron aumentos», señala el análisis de Frey publicado por Brookings.
Para la doctora Cruz Lera, cada vez están surgiendo más distritos «mayoría-minoría», donde las comunidades étnicas, en particular los hispanos, son la mayoría, pero se considera un distrito minoritario porque es diferente de los predominantemente blancos y en estos distritos se tiende a escoger a políticos latinos.
«La verdad es que son políticos muy jóvenes que, si bien primero hacen carrera en la política local, pues ya después van a saltar a la política nacional. Muchos de ellos todavía están trabajando como organizadores comunitarios, pero pronto van a saltar a la política nacional», dice la académica en entrevista con Sputnik.
Cambios que conllevan riesgos
Para William Frey, los cambios en la composición demográfica de EEUU son irreversibles, pero no están exentos de riesgos si no se implementan políticas educativas, laborales y otras que fomenten la integración de las hasta ahora minorías raciales.
El último informe disponible del departamento de justicia de EEUU señala que en 2022 hubo 11.288 crímenes de odio que afectaron a 13.278 víctimas, un 59,1% fue por motivos de raza.
Uno de los crímenes de odio más graves en los últimos años ocurrió en agosto de 2019 en El Paso Texas, donde un joven de 24 años, Patrick Crusius, entró a una tienda de autoservicio cerca de la frontera con México y mató a 23 personas a quienes disparó solo por su aspecto físico.
«Cuando uno está en Estados Unidos se da cuenta de que la mayoría de los vecindarios pues están segregados y segregados étnicamente; eso implica que los blancos solamente se junten con blancos y pues todo su ambiente de trabajo, su ambiente social va a estar dominado por blancos», señala la especialista de la UNAM.
Para la investigadora Cruz Lera, hacen falta políticas de integración a largo plazo y más aún con la población hispana.
«Hay poca colaboración interétnica; que colectivos de diferentes contextos trabajen juntos. Uno puede ser hispano en EEUU y pasarse toda la vida hablando español, en barrios hispanos, negocios hispanos, tiendas hispanas y entonces no se interactúa con otros colectivos; entonces, creo que esos es algo que falta a largo plazo», advierte la experta.
A decir de la especialista, si una opción política como la que representan el expresidente Donald Trump y el senador JD Vance se impone en las elecciones del próximo 5 de noviembre, habrá un retroceso en estos procesos de integración de minorías raciales, pero a largo plazo, en la medida que más población hispana vaya a las universidades, haya más emprendimiento se va a intensificar el contacto entre grupos.
Peso electoral
Un informe del Centro de Estudios Pew presentado en julio pasado indica que, de 2016 a 2024, el número de latinos con derecho a voto creció de 27 millones a los 36 millones.
Aunque los votantes latinos han favorecido a los candidatos demócratas en las elecciones presidenciales durante muchas décadas, el margen de apoyo ha variado. En 2020, el 61% de los votantes latinos votó por Joe Biden, mientras que el 36% votó por Donald Trump, un margen más estrecho que en 2016 entre Hillary Clinton y Trump.
«Han cambiado las actitudes políticas», dice la doctora Cruz Lera. «Yo creo que en esta elección en particular vamos a ver a muchos este latinos que van a salir a votar va a haber bajas tasas de abstencionismo», agrega la académica, quien afirma que habrá que seguir la tendencia de la votación.
Por ahora, dice la docente de la UNAM, la candidatura de la vicepresidenta Kamala Harris, suscita apoyos sobre todo de los hombres latinos que ven con muy malos ojos al presidente Joe Biden, aunque nada está escrito todavía.
Una nación diferente
Pero independientemente de lo que suceda el martes 5 de noviembre, los cambios que revelan los últimos datos del censo señala que Estados Unidos no volverá a ser el mismo en las próximas décadas.
Las proyecciones muestran que los hispanos y otros grupos no blancos constituirán el 44% de la población estadounidense en 2030, con un 21% de residentes hispanos. En 2050, estos grupos representarán más de la mitad de la población estadounidense, y los residentes hispanos constituirán una cuarta parte de los estadounidenses.
«Y lo que es más importante, la población joven, que ya es minoría blanca, será un 53% de minorías en 2030 y un 60% en 2050, con un aumento de la proporción de jóvenes hispanos del 27% al 31%», señala Frey en su artículo publicado por la Brookings Institution.
«Sin duda, la inmigración hará que esta nación envejecida crezca y sea más diversa. Pero incluso con niveles más bajos de inmigración, la población estadounidense será más diversa racialmente. En consecuencia, el futuro de la productividad de la mano de obra y el bienestar económico del país dependerán en gran medida del éxito y la integración de la población joven, cada vez más multirracial, de hoy y de mañana», concluye el demógrafo.