En 2018, Lenín Moreno anunció que la edificación albergaría a la Universidad de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas; mientras que en 2023, Guillermo Lasso dijo que ahí funcionaría el Centro Interactivo Biodiversa.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió un decreto mediante el cual entrega el edificio que fue sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT).
Este es el tercer intento de Ecuador por darle uso a esta edificación, ubicada en la parroquia de San Antonio de Pichincha, en el Distrito Metropolitano de Quito, desde que en julio de 2018, el entonces mandatario, Lenín Moreno, anunció que la Unasur dejaría de funcionar en esa sede.
En el Decreto Ejecutivo 352, del pasado jueves 8 de agosto, Noboa ordenó a la SENESCYT implementar un Centro Múltiple de Institutos de Educación Superior en el edificio; y para ello dispuso al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana transferirle el lugar «a título gratuito».
Con el establecimiento de este centro, según el documento, se buscará «fortalecer la oferta académica de formación técnica y tecnológica pública».
«Durante años, en las paredes de estas instalaciones el viejo Ecuador albergó una ideología caduca y populista. Y hoy con la decisión presidencial, se da paso a una estructura funcional sobre la que se erguirá el futuro del país: la formación superior de nuestros jóvenes», indicó la Presidencia de Ecuador en una nota de prensa al respecto.
La asesora presidencial Diana Jácome, citada por El Telégrafo, detalló que, además del Centro Múltiple de Institutos de Educación Superior, también habrá un conservatorio de música; mientras que César Vázquez, titular de la Senescyt, dijo que el lugar acogerá a aproximadamente 840 jóvenes universitarios e indicó que se requerirán 3 millones de dólares para adecuar al edificio.
Promesas previas
Ecuador se retiró de la Unasur en marzo de 2019, durante la administración de Lenín Moreno (2017-2021), alegando que la organización no podía «cumplir con el alto propósito de trabajar por la integración sudamericana».
Ya unos meses antes, en julio de 2018, el entonces mandatario había anunciado que el organismo dejaría de funcionar en la sede que se construyó para tal fin y que este albergaría a la Universidad de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas.
No obstante, aunque Moreno comentó que se estaban realizando los trámites necesarios para que el edificio fuera restituido, nunca se estableció la universidad prometida.
El 1 de junio de 2023, el entonces presidente Guillermo Lasso (2021-2023) lanzó el proyecto del Centro Interactivo Biodiversa, que funcionaría en el antiguo edificio de la Unasur.
En esa oportunidad, se informó que ese centro estaría dedicado a la investigación, exposición y uso sostenible de la biodiversidad. «Biodiversa será una herramienta clave para el manejo y conservación, vinculación e implementación de la política pública de la transición ecológica que busca el equilibrio ambiental y ciudadano», expresó José Dávalos, quien fungió como ministro de Ambiente.
Sin embargo, esta iniciativa de la administración de Lasso, que se erigía como «un santuario para la ciencia», tampoco tuvo éxito.
Mediante el reciente documento de Noboa, se derogó el Decreto Ejecutivo 756 del 1 de junio de 2023, en el cual se fijó la creación de Biodiversa y su establecimiento en la antigua sede de la Unasur.
Demanda de Pichincha
Previo a que Noboa traspasara el edificio a la SENESCYT, se conoció que el Consejo Provincial de Pichincha presentó una demanda para que el predio donde se encuentra ubicado el edificio de la Unasur le sea devuelto a su dominio.
De acuerdo con Christian Pino, director de Cultura de la Prefectura de Pichincha, citado por Radio Pichincha, sobre el edificio pesa una escritura firmada en 2010, que aclara que el predio fue donado por parte del gobierno provincial a la Cancillería de Ecuador; no obstante, indica Pino, los gobiernos de turno han hecho caso omiso a esta condición.
El predio en disputa, 20.317 metros cuadrados de terreno, fue donado por el entonces prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, a la Cancillería y el objetivo fue proveer el espacio para la construcción de la sede de la Secretaría General de la Unasur.
Desde el Consejo Provincial de Pichincha plantearon a la Cancillería que el edificio se convierta en un Centro de Interpretación del Chocó Andino; pero hasta la fecha no se concreta algún acuerdo con esa cartera de Estado.
El espacio tenía un valor de 1,2 millones de dólares en 2009, pero el Gobierno ecuatoriano invirtió en 2014 alrededor de 45 millones de dólares en la construcción del edificio.