MOSCÚ — El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, sostuvo una conversación telefónica con el director general de la corporación de energía nuclear Rosatom, Alexéi Lijachov, para debatir la situación en torno a la central nuclear de Kursk ante los ataques ucranianos en la región.
«La tarde del 9 de agosto de 2024 tuvo lugar una conversación telefónica entre el director general de la corporación estatal Rosatom, Alexéi Lijachov, y el director del OIEA, Rafael Grossi. La conversación fue organizada por iniciativa de la parte rusa. El tema clave de las consultas fue la situación en torno a la central nuclear de Kursk», señala un comunicado de Rosatom.
La central nuclear de Kursk se encuentra en la ciudad de Kurchátov, situado a poco más de 30 km al oeste de la capital regional de Kursk y a unos 75 km de la frontera con Ucrania. Cuenta con cuatro reactores RBMK-100.
Lijachov recordó que el jueves 8 de agosto en el territorio de la planta fueron hallados fragmentos de misiles derribados, incluido en la zona de tratamiento de residuos radiactivos, mientras el viernes 9 de agosto las acciones de Kiev provocaron la parada de un transformador por lo que la ciudad cercana de Kurchátov se quedó sin electricidad.
«Por el momento, se mantiene un peligro real de ataques y provocaciones por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la central nuclear», indicó.
Sin embargo, continuó, pese a los ataques de Kiev, la planta opera con normalidad y la radiación no supera los valores naturales.
El jefe de Rosatom subrayó que las acciones ucranianas representan una amenaza directa para toda la industria mundial de la energía nuclear.
«La situación actual no solo afecta negativamente al funcionamiento normal de la central nuclear de Kursk, sino también compromete directamente los postulados de seguridad nuclear, formulados por el jefe del OIEA en 2022, y, por lo tanto, socava la confianza en la industria de la energía nuclear en su conjunto», resaltó.
A su vez, Grossi destacó la importancia de cumplir con los principios de seguridad nuclear. «El jefe de la OIEA seguirá manteniendo bajo control la situación en torno a la central nuclear de Kursk e informará a la comunidad mundial sobre el desarrollo de la situación», señala el texto.
El jefe del Estado Mayor General de Rusia, Valeri Guerásimov, afirmó el pasado 7 de agosto que las fuerzas rusas detuvieron una ofensiva realizada por unos 1.000 militares ucranianos en la mañana del 6 de agosto para ocupar territorios en la región de Kursk.
Como resultado de los bombardeos y ataques con drones, al menos cuatro residentes de la región murieron y más de 60 personas, entre ellas nueve niños, resultaron heridas. Además, miles de personas se vieron obligadas a abandonar la zona de bombardeos y combates que continúan tras la incursión ucraniana.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Kiev de lanzar una provocación a gran escala y realizar bombardeos indiscriminados, particularmente contra instalaciones civiles.