Dinamarca lucha por contener una poderosa ola de delincuencia que se extiende desde la vecina Suecia, sumida en un sangriento conflicto entre bandas.
El Gobierno de Dinamarca ha intensificado los controles en la frontera con Suecia para luchar contra la delincuencia transfronteriza vinculada con bandas, informó la prensa local al citar al ministro de Justicia, Peter Hummelgaard.
A partir del 9 de agosto, se efectuarán controles de pasajeros en los trenes que cruzan el puente de Oresund, que une ambos países, y se desplegarán patrullas policiales adicionales. Además, se intensificará el trabajo de análisis con cámaras de reconocimiento de matrículas en la frontera.
«Obviamente, lo hacemos para crear seguridad, pero también para prevenir y controlar si hay más ‘niños soldado’ suecos contratados, que viajan a Copenhague para llevar a cabo misiones en el marco de los conflictos entre bandas», afirmó Hummelgaard.
¿Qué esta pasando en Suecia?
En los últimos años, Suecia se ha visto sumida en un sangriento conflicto entre bandas que luchan por controlar el tráfico de armas y drogas. Los tiroteos, antes limitados a zonas desfavorecidas, se han convertido en algo habitual en lugares públicos.
Las pandillas contactan a personas proclives, a menudo menores de edad, para reclutarlas como asesinos, dándoles armas y la dirección en la que deben perpetrar el ataque. Incluso las víctimas son en muchos casos jóvenes.
En la última semana, tres adolescentes suecas fueron acusadas de intento de asesinato en Dinamarca. Los reclutan a través de las redes sociales y les ofrecen grandes sumas de dinero.