Al menos 100 personas fallecieron y decenas sufrieron heridas como resultado de un ataque israelí contra una escuela ubicada en la ciudad de Gaza, informó este 9 de agosto el canal televisivo ‘Press TV’.
Se trata de uno de los ataques más mortíferos desde el comienzo del conflicto en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre.
En su ofensiva, Israel atacó en diversas ocasiones instalaciones civiles como hospitales y escuelas, almacenes de alimentos y campamentos de refugiados, algunos de ellos bajo jurisdicción de la Agencia de las Naciones Unidas para la Asistencia al Pueblo Palestino (UNRWA).
Más temprano, este 10 de agosto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que habían atacado una escuela en la Franja de Gaza. Según la versión del Ejército israelí, la instalación albergaba a combatientes del movimiento palestino Hamás.
«Hace poco, bajo la dirección de los servicios de inteligencia de las FDI y de la ISA (Agencia de Seguridad), la IAF (Fuerza Aérea) atacó con precisión a terroristas de Hamás que operaban dentro de un centro de mando y control de Hamás incrustado en la escuela Al-Taba’een y situado junto a una mezquita en Daraj Tuffah, que sirve de refugio a los residentes de la ciudad de Gaza», señalaron las Fuerzas Armadas del Estado hebreo.
De acuerdo con el comunicado, el «centro de mando y control servía de escondite a terroristas y comandantes de Hamás, desde el que se planeaban y avanzaban diversos ataques contra las tropas de las FDI y el Estado de Israel».
Conforme a esta versión del Ejército israelí, antes del ataque, se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles, incluido el uso de municiones de precisión, vigilancia aérea e información de inteligencia.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel desde la Franja de Gaza en el que causó unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y además capturó a unos 240 rehenes.
En respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra instalaciones en Gaza, incluidas las civiles, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
La campaña de bombardeos dejó hasta la fecha más de 39.000 muertos y casi 100.000 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre.
Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.