Telegram es «una opción interesante» ante las vulnerabilidades y dudas sobre WhatsApp

La ingeniería social es una técnica de ‘robo de datos’ muy extendida en la actualidad, en la que se aprovecha la confianza de los usuarios para obtener información confidencial.

El martes 6 de julio, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que dejará de usar la aplicación de mensajería WhatsApp —de la empresa Meta, prohibida en Rusia por ser considerada extremista—, que, según dijo, está siendo utilizada para amenazar a su país.

En un acto en el Palacio de Miraflores, Maduro denunció que, a través de este sistema, teléfonos con códigos de Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos han estado amenazando en los últimos días a ciudadanos venezolanos. Por este motivo, decidió cambiar la aplicación estadounidense por sus competidoras Telegram y WeChat y pidió a sus seguidores que también dejaran de usar WhatsApp.

Expertos entrevistados por Sputnik Brasil advierten que aunque WhatsApp ofrece cifrado de extremo a extremo, la plataforma de mensajería estadounidense no es «invulnerable a las fallas».

Telegram como alternativa
Lucas Galvão, director ejecutivo de Open Cybersecurity (consultoría de ciberseguridad), dijo a Sputnik que estas vulnerabilidades de WhatsApp, que permiten operar la ingeniería social, «destacan cierta inseguridad y van contra lo que la aplicación dice ofrecer».

Según el experto en ciberseguridad, «Telegram puede ser una alternativa interesante. […] Ofrece funciones como chats secretos con cifrado de extremo a extremo y la opción de autodestruir mensajes».

«Aunque WhatsApp ofrece cifrado de extremo a extremo, no es invulnerable a los fallos. Hace poco vimos lagunas que permitían a los hackers enviar imágenes no solicitadas a través de stickers o ejecutar código malicioso tras una videollamada», explicó el experto al ser cuestionado sobre las funcionalidades de la plataforma.

Mensajero propio
Guilherme Neves, ejecutivo de Doutornet Tecnologia (empresas de servicios de tecnología) y profesor del Ibmec (universidad privada de Brasil), explicó a Sputnik que gran parte del tráfico de Internet está vigilado por agencias de inteligencia. Por eso se aprovechan estos fallos de seguridad.

«La mayoría de las filtraciones se producen a causa de teléfonos móviles obsoletos o infectados que son aprovechados por los hackers. […] Lo ideal sería tener nuestro propio mensajero alojado en servidores de Brasil, que comprobaran el teléfono del usuario y sólo lo instalaran si se cumplen todas las medidas de seguridad», dijo.

El profesor de informática dio algunos consejos a seguir: «Medidas de seguridad para evitar fugas de datos, mantener los móviles actualizados con aplicaciones de seguridad. […] Fijar una hora para borrar los mensajes. […] Utilizar otra capa de cifrado para almacenar mensajes locales cifrados».

Estados Unidos y sus intereses
Según Lucas Galvão, el hecho de que la empresa de mensajería sea propiedad de EEUU plantea dudas.

«Las vulnerabilidades de WhatsApp, junto con el hecho de que es una plataforma propiedad de una empresa estadounidense, plantean dudas sobre el uso estratégico de estas lagunas para la recopilación de datos. Aunque no hay pruebas concretas de que estos fallos sean intencionados con fines personales, financieros o políticos, siempre es prudente ser consciente de los riesgos», dijo.

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