Desde el asesinato del líder de Hamás en el país persa, Washington también ha enviado mensajes a Teherán advirtiendo de que una nueva escalada tendría graves consecuencias para la estabilidad del nuevo Gobierno iraní.
Irán podría suavizar su prometida respuesta al asesinato del jefe político de Hamás, Ismail Haniya, en territorio iraní, debido a los esfuerzos de Washington por convencerlo de que un ataque contra Israel no responde a sus intereses, informó este miércoles el columnista del Washington Post, David Ignatius, citando sus fuentes de la Casa Blanca.
Según funcionarios anónimos, tras el asesinato de Haniya, la Administración de Joe Biden ha tomado una serie de medidas para reducir la tensión desde el asesinato de Haniya. Se enviaron mensajes a Teherán instando a la moderación y advirtiendo de que una mayor escalada tendría graves consecuencias para la estabilidad del Gobierno del nuevo presidente Masoud Pezeshkian. Además, en la región han sido enviados buques y aviones militares estadounidenses para proteger a Israel en caso de un ataque iraní.
Por tanto, los funcionarios estadounidenses creen que estos esfuerzos de Biden, especialmente la «demostración de fuerza«, podrían influir en los planes de Teherán. «Irán entiende claramente que EE.UU. es inquebrantable en su defensa de nuestros intereses, nuestros aliados y nuestro pueblo. Hemos desplegado una cantidad significativa de recursos militares en la región para subrayar ese principio», dijo un alto funcionario de la Administración Biden.
Además, las fuentes señalaron que, aunque desde Irán declararon inicialmente que Haniya había sido asesinado por un misil israelí y prometieron una respuesta similar, según los datos de funcionarios estadounidenses, Teherán en privado ha llegado a la conclusión de que el líder del movimiento palestino murió a causa de una bomba colocada en su residencia. En este contexto, se espera que este hecho dé lugar a una respuesta diferente y menos dura.
«El riesgo de una guerra devastadora sigue siendo incómodamente alto»
Al mismo tiempo, en opinión de Ignatius, «el riesgo de una guerra regional devastadora sigue siendo incómodamente alto». Por su parte, los funcionarios destacan que el movimiento chií libanés Hezbolá, aliado de Irán, que también ha prometido vengarse de Tel Aviv por el asesinato de su comandante militar, Fuad Shukr, en un ataque israelí en Beirut, «sigue siendo un comodín«.
Mientras tanto, Al Arabiya, citando fuentes de inteligencia estadounidenses, comunicó que la represalia de Irán y Hezbolá se ha retrasado más de lo que los estadounidenses habían previsto en un principio, esperando una respuesta tan pronto como el pasado domingo o este lunes. Según las últimas estimaciones de inteligencia, la respuesta podría producirse el jueves o el viernes.