El canciller interino iraní responsabiliza a Estados Unidos y varios países europeos por la escalada de tensiones que provoca el régimen sionista en la región.
Ali Baqeri Kani discutió el martes en una llamada telefónica con el secretario de Asuntos Exteriores británico, David Lindon Lammy, las últimas acciones provocativas de Israel, incluida la acometida contra una zona residencial en Beirut (capital de El Líbano) que dejó varios muertos, incluido el comandante del movimiento libanés Hezbolá, Fuad Shukr, y el ataque terrorista en Teherán (capital de Irán) que mató al jefe político del movimiento palestino HAMAS, Ismail Haniya.
Las agresiones y actos terroristas de Israel constituyen “el único factor de inestabilidad en la región”, afirmó el máximo diplomático persa, al tiempo que denunció la inacción de los países europeos y que estos hayan desperdiciado incluso la primera oportunidad diplomática de condenar estos actos que perturban la paz y la seguridad internacional.
Advirtió de que el bloqueo del camino diplomático por parte de los europeos no tendrá otro resultado que alentar al régimen sionista a continuar con sus actos terroristas y fomentar la inestabilidad e inseguridad en la región.
El jefe de la Diplomacia persa hizo hincapié en que ningún país, incluida la República Islámica de Irán, cederá en la protección de su seguridad nacional, integridad territorial y soberanía nacional.
En esta línea, señaló que Estados Unidos y algunos países europeos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que incumplieron con su deber de confrontar a la fuente de inseguridad e inestabilidad en la región, son responsables de las atrocidades de Israel en Asia Occidental.
El secretario de Asuntos Exteriores británico, a su vez, pidió a Irán que muestre moderación, al tiempo que admitió que el asesinato de Haniya constituye un paso atrás en las negociaciones sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Lammy advirtió de que Israel y El Líbano están al borde de una guerra que tendría consecuencias catastróficas para toda la región, lo que no beneficiará a nadie.
Tanto Irán como el movimiento libanés Hezbolá han jurado venganza por el asesinato de Haniya y Shukr, mientras que líderes mundiales han advertido de que las acciones imprudentes de Israel pueden escalar las tensiones y desatar una guerra regional.