CARACAS — La posición de reconocer o no las elecciones en un país soberano es una manifestación de la política colonial, y Washington sigue viendo a América Latina como su propio patio trasero y campo de pruebas para técnicas de manipulación política, dijo a Sputnik el embajador ruso en Venezuela, Serguéi Melik-Bagdasarov.
Tras el anuncio de los resultados oficiales de las elecciones en Venezuela, Moscú ha pedido a la oposición venezolana que reconozca su derrota. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha advertido a terceros países que no apoyen los intentos de desestabilizar la situación en Venezuela.
«Incluso antes de las elecciones en Venezuela, Estados Unidos dio a entender que no toleraría la reelección de Nicolás Maduro. La mera posición de reconocer o no las elecciones en un determinado país soberano es una clara manifestación de política colonial. El pueblo de Venezuela ha hecho su elección y hay que respetarla. Pero parece que ese enfoque es ajeno a Washington», afirmó Melik-Bagdasarov.
Explicó que Estados Unidos considera que América Latina es un campo de pruebas para métodos de interferencia electoral.
«Estados Unidos sigue considerando a América Latina como su patio trasero y un campo de pruebas para tecnologías políticas. Según el presidente Nicolás Maduro, hoy estamos viendo intentos de repetir el proyecto de Juan Guaidó con algunos cambios», añadió el diplomático ruso.
El 28 de julio se celebraron elecciones presidenciales de Venezuela y el Consejo Nacional Electoral declaró ganador a Nicolás Maduro.
Washington, sin esperar los resultados del recuento de votos y la posterior auditoría, llamó a la comunidad internacional a reconocer al líder opositor Edmundo González como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela. Los legisladores estadounidenses y europeos encargados de las relaciones internacionales amenazaron el viernes a Maduro con «responsabilidad» si no renuncia voluntariamente a sus poderes como legítimo jefe de Estado.