El líder bolivariano cuestionó a los países que han decidido desconocer el escrutinio de las elecciones y apoyado las acciones de violencia «del grupo terrorista Vente Venezuela».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció el viernes en una rueda de prensa todos los daños y hechos violentos ocasionados los días lunes y martes en diferentes partes del país, tras la proclamación del líder del Gran Polo Patriótico, al resultar ganador en los comicios del pasado domingo.
De acuerdo con el mandatario, «en medio de la emboscada criminal», se hicieron destrozos y quemas en 12 universidades del país, incluyendo la Universidad Central de Venezuela, así como siete escuelas de educación inicial, 21 escuelas de educación primaria y 34 liceos.
«Dígame usted, señor [secretario de Estado estadounidense Antony] Blinken, Gobierno de Estados Unidos y derecha mundial, si atacar instituciones educativas hace parte de una manifestación pacífica», cuestionó Maduro refiriéndose a la lista de países que han decidido desconocer el escrutinio de las elecciones y apoyar las acciones de violencia de los «delincuentes drogados de los comanditos del grupo terrorista Vente Venezuela».
Asimismo, el mandatario señaló que se destruyeron 250 módulos policiales y que «grupos criminales armados» amenazaron con asesinar a uniformados. De todos los capturados, afirmó, «el 70 % eran migrantes recién llegados que fueron entrenados en Texas [EE.UU.]».
También sufrieron ataques tres hospitales, seis centros de diagnóstico integral de salud gratuita, un centro de salud de alta tecnología, 30 ambulatorios, una farmacia, seis centros de almacenamiento de alimentos y supermercados para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), con el objetivo de dejar desabastecidos lugares claves del país.
«La locura criminal del lunes»
En lo que Maduro calificó de «la locura criminal del lunes», también fue quemada una radio comunitaria, donde se encontraban tres personas, 11 estaciones del Metro de Caracas recién recuperadas, cuyos trabajadores impidieron a los «criminales» ingresar para quemar los trenes.
Además, fueron derribados 27 monumentos y estatuas de Bolívar, Chávez, el gran cacique Coromoto, entre otros, e intentaron tumbar la estatua de José Gregorio Hernández en la ciudad de El Tigre, «pero el pueblo se los impidió».
Fueron quemadas 10 sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), algunas con personas adentro, instalaciones como el cuartel de San Jacinto en Aragua y la sede del Ministerio de Vivienda en Chacao a bala y con bombas molotov, con los trabajadores y sus hijos en el interior.
En este sentido, también quemaron 10 sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) en 10 estados diferentes y se intentó asaltar el Palacio presidencial de Miraflores, pero la mayoría de los sospechosos fueron capturados en la escena. Por su parte, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, «le salvó la vida» a 60 veedores internacionales que se encontraban en Plaza Caracas, cuando recibieron un «baño de balas de malandros y delincuentes».
Varias alcaldías, asimismo, fueron quemadas, así como la plaza pública y la estación de metro de la parroquia El Valle, de donde Maduro es oriundo. «Ellos atacaron, como los fascistas que son, con este plan premeditado, todo lo que signifique la palabra de Maduro o sea simbología del chavismo revolucionario, porque ellos creen que haciendo eso nos desmoralizan, pero nos dan más fuerza para luchar. Porque jamás esta gente puede llegar al poder político en Venezuela», manifestó.
Por otra parte, el mandatario expresó sus condolencias a todas las víctimas mortales y los heridos durante los dos días de violencia en el país, y aseguró que, actualmente, hay reportes de 5.000 amenazas a líderes populares, que serán atendidas «una por una».
«Venezuela ha sufrido un ataque brutal cibernético: hoy fue atacado el Sistema Patria, que apoya con un sistema de bonos a millones de venezolanos. El ataque contra el sistema de transmisión y de funcionamiento electrónico al CNE fue nunca antes visto y se mantiene, y se ha atacado 25 sitios de dominio nacionales» de diferentes instituciones estatales.