El vocero del Kremlin detalló que los dos hijos de la pareja se enteraron de que eran rusos solo cuando su avión despegó de Ankara.
Artiom Dultsev y Anna Dultseva y sus dos hijos han llegado a Rusia en el marco del histórico intercambio de presos realizado este jueves entre Rusia, Bielorrusia y varios países de Occidente. En el canje, regresaron de Eslovenia, donde fueron detenidos y condenados por espionaje.
Según los informes de los medios, la pareja apareció en Liubliana en 2017. Allí vivían bajo los nombres de María Mayer Muños y Ludwig Gisch. Ambos tenían pasaporte argentino. La familia se trasladó a Eslovenia con su hijo y su hija y allí vivieron la habitual vida tranquila. En Liubliana abrieron una empresa de informática y una galería de arte en Internet.
La familia llamó la atención de los servicios de inteligencia eslovenos en 2022, ya que los servicios de inteligencia de un tercer país europeo les señalaron tras el inicio de la operación especial militar rusa.
Durante un registro del piso de los Dultsev en Liubliana, se encontraron supuestamente en sus ordenadores algunos canales secretos de comunicación con Moscú y una gran suma de dinero. Al mismo tiempo, los servicios especiales de Eslovenia anunciaron que habían descubierto las verdaderas identidades de los canjeados y dieron a conocer los hechos de su biografía.
Tras la detención de la pareja en 2022, sus hijos quedaron en una familia de acogida. El 31 de julio, a vísperas del canje, el tribunal condenó a los Dultsev a un año y siete meses de prisión. Esta era la pena que ya habían cumplido en prisión preventiva.
¿Cómo obtuvieron la ciudadanía argentina?
Artiom Dultsev llegó a Argentina como turista desde Uruguay y Anna Dultseva, desde México. Casi de forma inmediata, la pareja comenzó a recopilar documentos para conseguir la ciudadanía argentina. Artiom afirmó ser un ciudadano austríaco nacido en Namibia y tener una madre argentina, mientras que Anna se presentó como mexicana y mostró un certificado de nacimiento que indicaba que habría nacido en Grecia.
Según los documentos que entregaron, él se presentó como un especialista en informática que fundó una pequeña empresa, mientras que ella estableció un taller y una galería de arte en Buenos Aires. No hay evidencia de que los servicios de inteligencia argentinos emitieran alguna alerta antes o después de lo sucedido, recoge la prensa local.
«No sabían que eran rusos»
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, detalló este viernes que los dos hijos de la pareja se enteraron de que eran rusos solo cuando su avión despegó de Ankara. «Antes no sabían que eran rusos ni que tenían algo que ver con nuestro país», afirmó.
Por ello, el presidente ruso, Vladímir Putin, los saludó en español y les dijo «¡Buenas noches!», explicó el vocero.
Posteriormente, los menores también preguntaron a sus padres quién se había reunido con ellos, dando a entender que tampoco reconocían al mandatario. Peskov detalló que para ellos existía una amenaza real de privación de derechos parentales: mientras estaban encarcelados, solo podían ver a sus hijos en contadas ocasiones.