Fuentes de Jerusalem Post señalaron que el atentado tuvo lugar en un momento en que Irán se convirtió en el «centro de la atención mundial como anfitrión, director y proveedor de terrorismo».
Los servicios especiales israelíes tuvieron la oportunidad de matar a Ismail Haniya, jefe del buró político del movimiento palestino Hamás, en Catar, pero decidieron asesinarlo específicamente durante la visita del político a Irán, informa The Jerusalem Post (JP) esta jueves, citando fuentes en los servicios de inteligencia del país hebreo.
Según el medio, Teherán fue elegido como lugar del asesinato de Haniya porque él estaba bajo la responsabilidad de la seguridad iraní, lo que situaba al país persa en el «centro de la atención mundial como anfitrión, director y proveedor de terrorismo».
De acuerdo con el periódico, con el atentado, Israel quería probar hasta qué nivel Irán «elevaría las llamas en Oriente Próximo y cómo reaccionaría».
Los interlocutores del diario también señalaron que hace tiempo que Teherán siente que puede perder a sus ‘proxies’ en Oriente Próximo.
Así, según las fuentes de JP, el grupo libanés Hezbolá quiere que Hamás ponga fin a la guerra con Israel y llegue a un acuerdo de liberación de rehenes, mientras que altos funcionarios iraníes están empezando a temer por su suerte.
- Ismail Haniya fue asesinado el miércoles en un ataque lanzado contra su residencia en la capital de Irán, adonde llegó para participar en la investidura del presidente electo del país, Masoud Pezeshkian, que se celebró el día anterior.
- Tanto Irán como Hamás acusan a Israel de su muerte. El líder supremo del país persa, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, prometió un severo castigo a Tel Aviv. «Es nuestro deber tomar venganza«, declaró.
- Mientras, Israel ni confirma ni desmiente que esté detrás del ataque.