El Pentágono todavía no ha revelado las condiciones del ajuste, pero fuentes mediáticas ofrecen algunos detalles.
Jalid Sheij Mohamed, acusado de ser el autor principal de los ataques terroristas del 11S en Estados Unidos, y otros dos cómplices han aceptado declararse culpables, informó este miércoles el Departamento de Defensa estadounidense en un comunicado que anticipa el esperado punto final al juicio por los atentados que cambiaron el ambiente de seguridad tanto en EE.UU. como en Oriente Medio.
El Pentágono revela que Sheij Mohamed, Walid Bin Attash y Mustafa al-Hawsawi han entrado en acuerdos prejudiciales con la autoridad supervisora de comisiones militares, cuyas condiciones no están disponibles de momento para el público.
No obstante, The New York Times reporta, citando a fiscales, que los acusados aceptaron el acuerdo a cambio de la cadena perpetua en lugar de la pena de muerte.
Se espera que la próxima semana los tres presenten declaración ante la comisión militar en la base de la Bahía de Guantánamo (Cuba), informa AP.
El acuerdo tiene lugar más de 16 años después de que comenzara su procesamiento, plagado de reiterados aplazamientos y escándalos por el uso de técnicas interrogatorio calificadas de torturas en EE.UU.
Los cuatro actos terroristas del 11 de septiembre de 2001 costaron la vida a casi 3.000 personas. Fueron ejecutados por 19 extremistas islámicos de Al Qaeda, quienes secuestraron cuatro aviones con el único fin de estrellarlos contra varios objetivos estratégicos en territorio estadounidense. Dos impactaron contra las famosas dos Torres Gemelas del Centro Mundial de Comercio en Nueva York (WTC), provocando su derrumbe.
Un tercer avión fue desviado hacia Washington y los terroristas lo estrellaron contra la fachada occidental del Pentágono, donde murieron 189 personas, incluidos los pasajeros de la aeronave. Finalmente, el cuarto avión secuestrado se estrelló en campo abierto en Pensilvania, cuando los pasajeros y la tripulación intentaban recuperar el control de la aeronave. Según las investigaciones posteriores, el plan de los terroristas era estrellar este avión contra la Casa Blanca o el Capitolio.