Lula arremete contra la herencia de Bolsonaro en su balance de Gobierno

El presidente destacó que las medidas implementadas han permitido el crecimiento económico, la reducción del hambre y la pobreza y la creación de empleo.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que «Brasil se reencontró con la civilización» bajo su gestión, en un discurso a la nación en el que hizo un balance del primer año y medio de su tercer mandato y arremetió contra la herencia dejada por el exmandatario Jair Bolsonaro, al que no citó directamente.

En poco más de siete minutos, el líder de la izquierda brasileña destacó las medidas de su Gobierno que, según él, han permitido el crecimiento económico, la reducción del hambre, la reducción de la pobreza, la creación de empleo y la recuperación del papel protagónico de la principal economía latinoamericana en la escena internacional y en la lucha contra el cambio climático.

Lula asumió el 1 de enero de 2023 y pocos días después afrontó un intento de golpe de Estado, cuando hordas de bolsonaristas radicales arrasaron las sedes de los poderes en Brasilia.

«Devolvieron el hambre. Dejaron la tasa de interés más alta del planeta. La inflación se disparó y alcanzó el 8,25 %. Brasil era un país en ruinas. Dijeron que defendían a la familia, pero dejaron a millones de familias endeudadas, empobrecidas y desprotegidas (…) Antes incluso de empezar a gobernar, tuvimos que buscar recursos para tapar el agujero de miles de millones de dólares dejado por el gobierno anterior.», declaró.

«No gastar más de lo que gano»

Lula manifestó también su intención de seguir invirtiendo en programas sociales, aunque dijo que no «abrirá mano de la responsabilidad fiscal». «Entre las muchas lecciones de vida que recibí de mi madre, doña Lindu, aprendí a no gastar más de lo que gano. Es esta responsabilidad que nos está permitiendo ayudar a la población de Rio Grande do Sul [un estado trágicamente azotado por lluvias e inundaciones] con recursos federales», declaró.

El mandatario hizo hincapié en el hecho de que bajo su gestión «la protección del medio ambiente volvió a ser una prioridad», lo que permitió reducir la deforestación de la Amazonía en un 52 %.

«Ya contamos con una de las matrices energéticas más limpias del mundo. Iniciamos la transición energética, ampliando las inversiones en biocombustibles, hidrógeno verde y generación de energía solar, eólica y biomasa. Seremos una potencia mundial en la generación de energía renovable y en la lucha contra la crisis climática», aseveró.

Lula dijo también que «Brasil volvió al mundo, y el mundo pasará ahora por Brasil», en referencia a las grandes citas que acogerá próximamente: en noviembre, la cumbre del G-20, el grupo de las mayores economías del mundo, y el año que viene la reunión de los BRICS y la cumbre del clima COP 30, que se celebrará en la ciudad amazónica de Belén.

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