El Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, expresó anteriormente su esperanza de que Bruselas y Washington evitaran una repetición de la «confrontación» pasada relacionada con la guerra arancelaria iniciada por el entonces presidente Donald Trump en 2018.
La Unión Europea está elaborando un plan comercial de dos pasos para enfrentar a Donald Trump si gana un segundo mandato como presidente de Estados Unidos, informó el Financial Times (FT).
«Tenemos que demostrar que somos un socio para Estados Unidos, no un problema. Buscaremos acuerdos, pero estamos dispuestos a defendernos si llega el momento. No nos dejaremos guiar por el miedo», dijo al periódico una fuente anónima de la UE.
Si Trump gana las elecciones de noviembre, los negociadores de la UE planean acercarse inmediatamente a su equipo para discutir sobre productos estadounidenses que la UE podría comprar en mayores cantidades.
Un posible colapso de las negociaciones y la posterior imposición de aranceles más altos por parte de Trump, podría llevar al departamento de comercio de la Comisión Europea a elaborar listas de importaciones estadounidenses para aplicar aranceles de represalia del 50% o más”, según la fuente.
El FT señaló a este respecto que los funcionarios de la UE «ven el enfoque de la zanahoria y el palo como la mejor respuesta» a la promesa anterior de Trump de imponer un arancel de al menos el 10% sobre todas las importaciones estadounidenses por valor de 3 billones de dólares en caso de su victoria el 5 de noviembre.
Mientras tanto, el Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, destacó la importancia de que el bloque y Estados Unidos trabajen juntos en materia de comercio, pero agregó que Bruselas «defendió nuestros intereses con aranceles y estamos listos para defender nuestros intereses nuevamente si es necesario».
El entonces presidente estadounidense, Trump, inició la guerra arancelaria de su país con la UE en marzo de 2018, cuando anunció un arancel del 25% sobre el acero importado y un arancel del 10% sobre el aluminio, lo que impulsó al bloque a tomar represalias con gravámenes ojo por ojo por un valor de unos 3.000 millones de dólares.