Washington llegó a ofrecer cinco millones de dólares por información para lograr su captura.
Poco se sabe de la vida de Joaquín Guzmán López, detenido el jueves por las autoridades estadounidenses en la frontera con México junto al legendario líder del Cártel de Sinaloa, Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Guzmán López, de 38 años, es parte de los Los Chapitos, una de las ramas del Cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de ‘El Chapo’ Guzmán, cofundador y exjefe de ese grupo criminal considerado por EE.UU. una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo.
Según informó el fiscal general estadounidense Merrick Garland, ‘El Mayo’ y Guzmán López «enfrentan múltiples cargos en EE.UU. por liderar las operaciones criminales del cártel, incluidas sus letales redes de fabricación y tráfico de fentanilo».
Conocido por su bajo perfil, Guzmán López, por quien Washington ofreció cinco millones de dólares a quien proporcione información valiosa para su captura, escaló junto a sus hermanos en la organización tras la detención en 2016 y extradición de ‘El Chapo’ al país norteamericano, donde cumple cadena perpetua.
Funciones de alto nivel
El Departamento de Estado afirmó que tanto él como su hermano Ovidio ‘El Ratón’, extraditado a EE.UU. en 2023, ejercían funciones de alto nivel y de control en el cártel, en el que comenzaron a implicarse después de la muerte a balazos de otro de sus hermanos, Édgar, a modo de venganza de una banda rival.
«Después de la muerte de Édgar, Joaquín y Ovidio heredaron una gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia», indica el texto.
Señala además que los hermanos también comenzaron «a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México mientras comenzaban a experimentar con la producción de metanfetamina».
Según medios locales, el nombre de Ovidio no aparece desde hace días en la relación de presos del Buró Federal de Prisiones (BOP), por lo que podría haber sido liberado.
Revés para el Cártel de Sinaloa
Estas últimas detenciones son un nuevo revés para el Cártel de Sinaloa, el más grande e influyente de México en pugna con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, entre otros.
Tras la detención de Ovidio, cayó Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’, considerado el sicario principal al servicio de Los Chapitos, quien fue extraditado a principios de este año.
En junio, Raúl Carrasco Lechuga, conocido como ‘El Chore’, otro importante jefe del Los Chapitos, fue abatido por las fuerzas mexicanas en Sinaloa.