BUDAPEST — El jefe la oficina presidencial de Hungría, Gergely Gulyás, urgió a desbloquear el tránsito del crudo de la petrolera rusa Lukoil a través de Ucrania para prevenir el desabastecimiento.
«A menos que la situación se resuelva, puede haber escasez de combustible», advirtió Gulyás durante una rueda de prensa.
El ministro dijo que «no hay motivos para el pánico, dado que hay suficientes reservas», pero enfatizó que «es preciso hallar una solución antes de septiembre».
Gulyás acusó a Ucrania de estar «chantajeando a dos países, Hungría y Eslovaquia, que abogan de forma consecuente por un alto el fuego y el inicio de las negociaciones de paz».
El jefe de la oficina presidencial húngara esbozó tres soluciones posibles. La primera sería convencer a Ucrania de que no puede perturbar el suministro de energía a un Estado miembro de la comunidad a la que espera pertenecer un día. La segunda, invocar la ayuda de la Comisión Europea. Y la tercera, «hallar una treta legal que implique el suministro del crudo a entidades no sujetas a nuevas restricciones de Ucrania».
«Nos interesa que Ucrania restablezca nuestro acceso al petróleo ruso», concluyó Gulyás.
La semana pasada, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, informó que Hungría dejó de recibir el crudo de Lukoil por el oleoducto Druzhba vía Ucrania, debido a las sanciones de Kiev contra esa empresa.
Szijjarto dejó en claro que, si no se solventa el problema, Budapest llevará el asunto a una comisión de arbitraje y bloqueará la asignación de 6.500 millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para financiar las entregas de armas a Ucrania.