La ‘pantalla azul de la muerte’ de Windows afectó a una serie de empresas mediáticas, así como a distintos bancos, servicios de trenes y compañías aéreas.
Un acuerdo entre Microsoft y la Comisión Europea para facilitar el acceso a su ‘software’ fue la causa de la caída global de Windows que paralizó millones de ordenadores en todo el mundo el 19 de julio, informó The Wall Street Journal citando a un portavoz de la firma.
En 2009, la empresa dio a los desarrolladores de ‘software’ de seguridad acceso total al sistema operativo Windows, el mismo que tiene la propia Microsoft. Debido a que dicho ‘software’ interactúa con el sistema operativo a un nivel profundo, cualquier error puede conducir a un desastre, como ocurrió días atrás.
Un acuerdo entre Microsoft y la Comisión Europea para facilitar el acceso a su ‘software’ fue la causa de la caída global de Windows que paralizó millones de ordenadores en todo el mundo el 19 de julio, informó The Wall Street Journal citando a un portavoz de la firma.
En 2009, la empresa dio a los desarrolladores de ‘software’ de seguridad acceso total al sistema operativo Windows, el mismo que tiene la propia Microsoft. Debido a que dicho ‘software’ interactúa con el sistema operativo a un nivel profundo, cualquier error puede conducir a un desastre, como ocurrió días atrás.
Posteriormente, la compañía reveló que el fallo en sistemas de Microsoft a nivel global afectó a 8,5 millones de dispositivos con Windows. Mientras, los desarrolladores de aplicaciones para otros sistemas operativos, como Apple, no tienen un acceso tan profundo a la estructura de su sistema, por lo que sus ordenadores no presentaron problemas.
El apagón global
En la mañana del 19 de julio aparecieron en varios países informes de errores generalizados en los sistemas que ejecutan ‘software’ de Microsoft. Muchos de ellos se encontraron con la denominada ‘pantalla azul de la muerte’. En particular, el acceso a las aplicaciones de Microsoft 365, que utilizan muchas organizaciones, se volvió imposible.
El problema afectó a una serie de empresas mediáticas, así como a distintos bancos, servicios de trenes y compañías aéreas, algunas de las cuales se vieron obligadas a retrasar sus vuelos en distintos países. Más tarde se reveló que el apagón informático mundial se debió al lanzamiento de una actualización del ‘software’ de la empresa CrowdStrike.
Según el director ejecutivo de la compañía, George Kurtz, los servidores de Mac y Linux no se vieron afectados, y lo sucedido no guardaba relación con problemas de seguridad ni de un ciberataque. Mientras tanto, varios expertos en seguridad calificaron el error global como «la mayor interrupción de tecnología de la información de la historia».