El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, ha reiterado que Rusia está dispuesta a trabajar con cualquier líder que resulte electo en las próximas presidenciales de EEUU. Asimismo, subrayó que Moscú está abierto a un diálogo en pie de igualdad y mutuamente respetuoso, pero bajo determinadas circunstancias.
Basta de excepcionalismos
En el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, Lavrov fue consultado sobre cómo afectaría una victoria de Donald Trump en las presidenciales en las relaciones ruso–estadounidenses. El jefe de la diplomacia rusa recordó que durante la presidencia de Trump, entre 2017 y 2021, pese a que aumentó el número de sanciones, había un diálogo entre ambos países al alto nivel. En este sentido, enfatizó que «ahora no existe ese diálogo».
Al respecto, Lavrov reiteró que Rusia está dispuesta a trabajar con cualquier líder que resulte electo en las presidenciales de noviembre en el país norteamericano, pero hizo una salvedad: «Cuando nuestros colegas [de EEUU] entren en razón y superen ese delirio de superioridad de su propia grandeza e impunidad, nos sentaremos a hablar y escucharemos lo que nos digan. Pero no está en nuestra tradición correr a persuadirles».
«Los mensajes que manda el propio presidente [de Rusia, Vladímir] Putin, de conciliar, de dialogar, de poner la diplomacia por delante, de tomar en consideración los intereses razonables de todos los países, que una sola potencia no se imponga como en la época unipolar, etc., son mensajes que en Occidente, que en EEUU particularmente, no los toman en cuenta, o los rechazan, o se hacen los tontos», indica el exdiplomático y profesor de la UNAM Héctor Lerín.