El presidente de Rusia, Vladímir Putin, inauguró este martes el último tramo de la nueva autopista M-11 Neva, que une la capital del país, Moscú, con la ‘capital cultural’, San Petersburgo.
El mandatario llegó a la ceremonia de apertura conduciendo un coche Lada Aura, el nuevo modelo de vehículo ruso. Durante su discurso, Putin agradeció a los trabajadores del sector del transporte por sus éxitos y manifestó que la construcción de la carretera finalizó casi un año antes de lo previsto.
«Estamos dando un paso más en el fortalecimiento del transporte y la conexión económica de las regiones, en el desarrollo de una logística eficiente y una red segura de carreteras, en la formación de prometedores corredores internacionales de transporte y, lo que es más importante, en la mejora de la calidad de vida de las personas. El transporte y la logística son siempre los cimientos, la base para aumentar la actividad económica y, por tanto, la calidad de vida», declaró el jefe de Estado ruso.
Por su parte, el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, hizo hincapié en la importancia de la autopista no solo para las dos ciudades, sino para los «millones y millones de personas» que la utilizarán. De acuerdo con el vocero, esto «impulsa la economía», incluidos un gran número de asentamientos y varias regiones. «El efecto sinérgico de esta apertura es enorme. Es difícil sobrestimarlo«, dijo Peskov.
La longitud total de la M-11 es de 669 km. La velocidad permitida en los tramos de peaje es de hasta 130 kilómetros por hora. A partir de hoy, el coste de viajar por la M-11 Neva de Moscú a San Petersburgo será de 2.750 rublos (unos 31 dólares) para turismo de lunes a jueves y de 3.000 rublos (unos 34 dólares) de viernes a domingo, así como también los días festivos.
En noviembre de 2019, Putin abrió al tráfico la octava sección de la autopista. La construcción de la M-11 comenzó en 2012, pero las fechas de su apertura, se han pospuesto varias veces. Las interrupciones estuvieron relacionadas tanto con la captación de fondos como con valiosos hallazgos arqueológicos que forzaron ajustes en los planes de los constructores.