Más de 9.000 refugiados han enfrentado el peligro de quedarse a la intemperie en ese país.
Miles de refugiados ucranianos que entraron en el Reino Unido después del comienzo del conflicto bélico con Rusia han corrido el riesgo de quedarse sin hogar o ser explotados en el país anglosajón, según un informe de la Cruz Roja Británica.
Una investigación del organismo reveló que los ucranianos han tenido cuatro veces más probabilidades de quedarse en la calle que el resto de la población. De los más de 200.000 ucranianos refugiados en el Reino Unido desde febrero de 2022, 9.540 personas se han enfrentado a riesgos de quedarse a la intemperie, en gran medida debido a rupturas de acuerdos de acogida.
Así, una mujer ucraniana tuvo que pasar una noche en una playa cercana tras ser desalojada con sus pertenencias por la familia de acogida a la medianoche. La afectada dijo a la Cruz Roja que quisiera que las autoridades impongan un plazo de aviso para salir de los hogares temporales para darles la oportunidad a los refugiados de encontrar un nuevo lugar.
Otro de los casos señalados en el documento es el de una joven menor de 25 años que tuvo que dirigirse a todas las 65 asociaciones de acogida en su ciudad antes de encontrar un alojamiento.
El informe menciona la inspección de una vivienda realizada por una fundación y acordada mediante una red social para dar acogida a una joven ucraniana. Durante la visita se detectaron claros indicios de que el lugar había sido preparado para explotación sexual, con cerradura en el exterior de la puerta y cámaras en el dormitorio.
Algunas personas desplazadas denunciaron la falta de espacio suficiente en los hogares temporales que se traducía en hacinamiento, ausencia de privacidad y niveles elevados de ruido. Se reporta un caso en el que una cama tenía que ser compartida por tres generaciones de familiares. De acuerdo con el reporte, estas dificultades ejercen presión adicional sobre las relaciones, lo que en ocasiones conlleva la ruptura de los acuerdos de acogida.
La Cruz Roja Británica insta a tomar en cuenta estos problemas para mejorar los programas de ayuda y facilitar el acceso de los desplazados al sector privado de alquiler proporcionando garantías para su bienestar.