Su mayor preocupación, según reportes, son los recientes resultados electorales.
Muchos de los residentes más ricos de Francia están considerando abandonar el país tras las recientes elecciones parlamentarias, informó Bloomberg el jueves, citando a gestores de patrimonio. Varios asesores financieros señalan que muchos de sus clientes ya habían comenzado a transferir capitales al exterior y a considerar la posibilidad de expatriarse, ante el temor por la inestabilidad política y la perspectiva de mayores impuestos.
La reciente votación no le dio a ningún partido mayoría absoluta en el parlamento, pero la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular, con Jean-Luc Mélenchon y la Francia Insumisa a la cabeza, obtuvo la mayoría de los escaños tras proponer en su campaña el restablecimiento de un impuesto a la riqueza individual y gravar las grandes ganancias de las empresas. Hasta ahora, el presidente Emmanuel Macron ha puesto en marcha políticas favorables a los ricos.
Miedo a los impuestos
«Tenemos nuevos clientes, como altos ejecutivos, que nos preguntan qué pueden hacer para protegerse. Tras el Brexit, hubo una afluencia de banqueros a Francia, pero esos altos ingresos se marcharán porque no querrán pagar más impuestos«, comentó Xenia Legendre, socia gerente del bufete de abogados Hogan Lovells, con sede en París.
«La gente que puede irse se irá si se adoptan políticas extremas. Francia ya no sería atractiva para los extranjeros y los ricos se irían», explica Emmanuel Angelier, director de la firma de gestión patrimonial La Financiere d’Orion.
La mayoría de los gestores patrimoniales afirman que muchos de los franceses con mayores ingresos están considerando llevar su capital financiero a Italia, Dubái, Singapur, Suiza, Luxemburgo o Estados Unidos, entre otros destinos. Julien Magitteri, asesor patrimonial privado de Barnes Family Office by Côme, subrayó que ese traslado de capitales a lugares más estables comenzó, incluso, antes de la segunda vuelta de las elecciones. Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, Francia es el hogar de algunas de las personas más ricas del mundo.
«Hoy en día los inversores extranjeros tardan mucho más en cerrar operaciones», afirmó Magitteri. «Teníamos un clima de confianza y estabilidad. En cuestión de días eso se ha esfumado, sin apenas visibilidad de lo que está por venir«, agregó.