La Casa Rosada y el organismo financiero mantienen una tensa relación.
El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, quedó envuelto en una crisis después que anunciara como inminente un supuesto acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que horas después fue desmentido por el propio organismo.
La tensión que rodea el vínculo entre el Gobierno del presidente Javier Milei y el FMI se profundizó el jueves, cuando Caputo afirmó que estaba en marcha una negociación para obtener un nuevo préstamo por parte de ese fondo.
«Estamos empezando a hablar del nuevo acuerdo, septiembre parece poco [tiempo], porque los acuerdos llevan un poco más, pero seguro para este año. Un nuevo acuerdo podría significar fondos frescos«, sostuvo Caputo durante una entrevista radial realizada en Buenos Aires en la que aseguró que la relación con el organismo era «buenísima».
Sin embargo, un rato más tarde Julie Kozack, portavoz del FMI, ofreció en Washington una conferencia de prensa en la que dejó claro que no existe de momento negociación alguna para otorgarle un nuevo préstamo a Argentina.
«El staff entablará conversaciones sobre un posible nuevo acuerdo, como lo haríamos con cualquier miembro del FMI, una vez que las autoridades lo soliciten formalmente (…) En esta etapa no hay un cronograma específico para esas discusiones«, precisó la funcionaria, aun si matizó que, de cualquier manera, el trato con el Gobierno de Milei es «frecuente y constructivo».
Kozack, de otra parte, respaldó a Rodrigo Valdés, el director del FMI para el Hemisferio Occidental, quien ha sido fuertemente criticado por el mandatario argentino.
Pelea
«Es importante señalar que la directora gerente [Kristalina Georgieva] tiene plena confianza en Rodrigo Valdés y en el equipo de altos directivos», afirmó Kozack, lo que fue interpretado como una respuesta directa al presidente libertario, que ha exigido la destitución del funcionario.
El conflicto estalló a fines de junio, cuando Milei insultó públicamente a Valdés, lo calificó como «izquierdista» y lo acusó de tener «vínculos con el Foro de Sao Paulo».
La molestia del mandatario fue desatada por el tono crítico que tuvo el último reporte del FMI sobre Argentina, en el que se advirtió que el país necesitaba devaluar la moneda y eliminar los controles del mercado cambiario. Milei responsabilizó a Valdés y exigió que no participara más en las negociaciones, a lo que el organismo se ha negado.
Las declaraciones de la vocera del FMI han provocado ahora un vendaval político en el país suramericano, donde la prensa reportó este viernes los problemas que existen con el Gobierno y el golpe que para la figura de Caputo implica el desmentido del organismo.