Cirujanos extranjeros que trabajaron en hospitales de Gaza advierten de que Israel utiliza bombas cargadas de esquirlas para aumentar el número de las víctimas.
El diario británico The Guardian publicó el jueves un chocante informe, el cual señala que las “armas de fabricación israelí diseñadas para arrojar grandes cantidades de metrallas están causando heridas horribles a los civiles de Gaza y dañando desproporcionadamente a los niños”.
Cirujanos extranjeros que laboraron en los últimos meses en el hospital Europeo y el Al-Aqsa en la Franja de Gaza cuentan que muchas de las muertes, amputaciones y heridas graves que sufrieron los niños que habían tratado habían sido causadas por misiles y proyectiles lanzados en áreas densamente pobladas, que incluyen metal adicional diseñado para fragmentarse en pequeños pedazos.
Médico voluntarios citados por el rotativo, afirmaron que, a pesar de que las heridas sufridas por los niños impactados por dichas armas tienen una entrada y salida de uno o dos milímetros provocan una gran destrucción en el interior del cuerpo.
Los cirujanos dijeron a The Guardian que el uso masivo y deliberado de armas de “fragmentación” por parte del ejército israelí había contribuido a las alarmantes tasas de amputaciones en los civiles, sobre todo niños, desde que comenzó la guerra genocida israelí en Gaza en octubre pasado.
“Los niños son más vulnerables a cualquier herida penetrante porque tienen cuerpos más pequeños. Sus partes vitales son más pequeñas y más fáciles de romper. Cuando los niños tienen vasos sanguíneos lacerados, estos ya son tan pequeños que es muy difícil volver a unirlos. La arteria que alimenta la pierna, la arteria femoral, tiene apenas el grosor de un fideo en un niño pequeño. Es muy, muy pequeña. Por lo tanto, repararla y mantener la extremidad del niño unida a ella es muy difícil”, dijo Feroze Sidhwa, un cirujano traumatólogo de California, que trabajó en el hospital Europeo en el sur de Gaza en abril.
Mark Perlmutter, es otro cirujano, especialista en ortopedia, de Carolina del Norte, que también trabajó en los hospitales de Gaza en el actual conflicto. Atestiguó que los niños golpeados por fragmentos a menudo morían y muchos de los que sobrevivían perdían extremidades.
“La mayoría de los niños que sobrevivieron tenían lesiones neurológicas y vasculares, una de las principales causas de amputación. Los vasos sanguíneos o los nervios se dañan y llegan un día después y la pierna o el brazo están muertos”, detalló Perlmutter.
Según el informe no fue la primera vez que Israel había utilizado este tipo de municiones letales durante el conflicto en Gaza. La oenegé pro derechos humanos Amnistía Internacional documentó por primera vez el uso de bombas de fragmentación por parte del ejército israelí en la ofensiva de Gaza de 2009 y dijo que los explosivos “parecen diseñados para aumentar al máximo el número de víctimas”.
Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indicó en junio que cada día unos diez niños pierden de promedio una o sus dos piernas en Gaza debido a los indiscriminados bombardeos israelíes.
Israel desató una guerra genocida en Gaza el 7 de octubre que ha dejado hasta ahora al menos 38 345 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños. Las Naciones Unidas describe el actual conflicto como “una guerra contra los niños”, matizando que Israel mató, en varios meses, más niños que todas las guerras en la Franja en 4 años.